El Reino donde nunca se pone el Sol

¡Arriba Perú, que Rusia te espera…! [Octava y Última Parte]

En 1984 el Campeonato Descentralizado sufrió una modificación estructural muy importante porque fueron potencializados los Campeonatos Regionales durante la primera parte porque fueron inscritos 25 clubes y sólo 14 clasificarían para la segunda parte que mantendría el nombre de Descentralizado. Entonces, quedaron divididos en cuatro zonas geográficas: Metropolitano (10); Norte (5); Sur (5) y Centro (5).  Mientras los equipos que disputaban el Torneo Metropolitano tenían derecho a seis plazas los clubes de las otras tres regiones pugnaban por solamente dos cupos. Después los cuatro mejores ubicados eran emparejados y jugaban un Play Off a doble partido para acceder a la segunda fase del campeonato nacional con 14 clubes clasificados. El máximo vencedor en 26 partidos se consagró campeón nacional (y fue el Sport Boys de Miguel “El Chueco” Calderón). En 1983 habían jugado 17 clubes en el sistema de todos contra todos a dos vueltas y los seis mejores disputaban una Liguilla final para definir el campeón nacional del fútbol profesional peruano. Y anteriormente, entre 1975 y 1982, había quedado establecida la participación de 16 equipos; aunque no hubo una programación única de cada campeonato, o sea, fue muy variable.

Todavía se está discutiendo sobre lo nocivo que ha sido para el fútbol peruano aquella reforma del ’84 respecto a la maximización de los Campeonatos Regionales, que se extendió hasta 1991. En ese lapso de tiempo, la selección nacional peruana participó en las eliminatorias para México ’86 e Italia ’90. En 1985, dirigidos por Roberto Chale, estuvieron muy cerca porque le ganó dos veces a Venezuela y con Argentina compitió muy bien con triunfo e igualada. Su verdugo fue Colombia, que en la primera fecha les derrotó en Bogotá y después les arañó un empate sin goles en Lima. Todos hablan del último juego con los argentinos en Buenos Aires; pero realmente la piedra en el zapato peruano fueron los cafeteros. Después en la primera serie de repesca continental ante Chile perdieron por partida doble. Fue el adiós de una generación muy talentosa y triunfadora; pero también fue el inicio de una etapa de constantes frustraciones para el fútbol peruano. Justamente, durante la fase premundialista de 1989 Perú no ganó ni empató en los cuatro partidos (de ida y vuelta) disputados con Bolivia y Uruguay. En las Copas América de Argentina ’87 y Brasil ’89, el cuadro Bicolor quedó eliminado en la fase de grupos. Atrás quedaron los buenos resultados en los tres torneos continentales anteriores: el título de 1975 y las semifinales de 1979 y 1983. A partir de la segunda mitad de la década del ’80 Perú comenzó a perder su figura protagónica en América del Sur.

A nivel local, el Campeonato Descentralizado de 1992 significó el retorno a la normalidad en la principal competición balompédica del Perú, que estableció la participación de 16 clubes en la máxima categoría hasta el 2018. Al año siguiente, el torneo peruano adoptó el nombre de Liga 1 (Movistar) con 18 clubes; y al terminar esa temporada fue decidido el aumento a 20 equipos de cara a la Liga 1 2020, o sea, por primera vez el certamen nacional permitió esa cantidad de conjuntos. La pandemia Covid-19 obligó a detener la liga peruana cuando fue completada la sexta fecha y por eso todavía no se está jugando fútbol en el Perú.

En la arena internacional, la selección peruana tuvo más sombras que luces en las siguientes décadas:

ü 1990 – 1999: Perú fue de menos a más; pero sin premio. En las Eliminatorias Estados Unidos ’94 perdieron cinco partidos (cuatro de ellos con Colombia y Argentina y otro con Paraguay) y el último día empataron con los paraguayos en Lima. Sin embargo, con Juan Carlos Oblitas en el banquillo les fue mejor durante el ciclo eliminatorio (1996 – 1997) rumbo a Francia ’98. El gran detalle fue que a partir de ese momento la CONMEBOL adoptó un calendario único para la fase preliminar de las Copas del Mundo en América del Sur, o sea, el sistema de dos rondas con partidos de ida y vuelta. Perú compitió bien en casa pues no perdió en Lima (cinco victorias y tres empates); pero no rindió a buen nivel como visitante (dos éxitos, una igualada y cinco derrotas). Con esos resultados quedó quinto y sólo habían cuatro plazas en disputa. Se habla mucho del partido en Santiago ante Chile; pero la verdad es que los empates como local pesaron mucho, sobre todo aquel frente a Ecuador. En las Copas América de Chile ’91, Ecuador ’93, Uruguay ’95, Bolivia ’97 y Paraguay ’99, la Blanquirroja tuvo resultados dispares: quedó eliminada en la fase de grupos en Chile y en Uruguay; fue cuartofinalista en Ecuador y en Paraguay; y en Bolivia quedaron en la cuarta posición. Además, ganaron la Copa Kirin ’99, un torneo triangular amistoso que se celebra en Japón (se llevaron el trofeo a casa por haber anotado el primer gol del torneo en el empate con Bélgica).

ü 2000 – 2009: Perú vivió la década más triste y desesperanzadora. Rumbo a Corea y Japón ’02 la Bicolor quedó en octavo lugar porque obtuvo cuatro victorias, igual cantidad de empates y diez derrotas. Rumbo a Alemania ’06 bajaron al noveno escaño pues otra vez ganaron cuatro partidos, igualaron seis y perdieron ocho. En ambas ocasiones comenzaron con buenos resultados y fueron incapaces de mantenerlos o mejorarlos. Rumbo a Sudáfrica ’10 nunca estuvieron cerca de la zona de clasificación y fueron relegados al décimo y último puesto con tres triunfos, cuatro empates y once descalabros. Por otra parte, en las Copas América de Colombia ’01, Perú ’04 y Venezuela ’07 fueron eliminados en los cuartos de finales. Ganar por segunda vez la Copa Kirin ’05 (primer lugar compartido con Emiratos Árabes Unidos) no significó nada.

ü 2010 – 2018: Perú comenzó una recuperación para fundar la esperanza de volver a la élite. Rumbo a Brasil ’14 la Blanquirroja quedó en séptimo lugar con cuatro victorias, tres empates y nueve fracasos. En aquel proceso volvió a comenzar bien y, una vez más, se desinfló. Sin embargo, obtuvieron el tercer lugar en las Copas América de Argentina ’11 y de Chile ’15, este último con Ricardo Gareca en el comando técnico. Y alcanzó los cuartos de finales en la Copa América Centenario Estados Unidos ’16. Además, ganaron su tercera la Copa Kirin ’11 sin marcar un gol (compartido con República Checa y Japón). Durante mucho tiempo, desde 1985, la afición peruana sufrió innúmeras decepciones en los torneos clasificatorios a las copas del mundo. El proceso camino a Rusia ’18 (2015 – 2017) parecía ser uno más para caer en la desilusión porque fue muy complejo al interior del equipo. Recordemos que durante 15 fechas, la Bicolor estuvo fuera de la zona de clasificación. Pero justo en la Decimosexta Jornada, los pupilos de Gareca entraron en los puestos de clasificación directa (cuarto lugar) con una buena victoria en Quito ante Ecuador y la combinación favorable de otro resultado, es decir, la derrota de Chile ante Bolivia en La Paz. Finalmente, en los dos últimos compromisos disputados en octubre de 2017 la Bicolor conquistó sendos épicos empates en Buenos Aires ante Argentina y en Lima frente a Colombia para ganar el derecho a jugar la Repesca Internacional contra Nueva Zelanda. Perú se creció y superó esa prueba con mucho coraje para regresar al certamen supremo del fútbol mundial tras un empate sin goles en Wellington y una emocionante victoria en Lima con tantos de...

1:0 Jefferson Farfán a pase de Christian Cueva

2:0 Christian Ramos (15) remata un tiro de esquina ejecutado por Cueva

Oblitas como Director Deportivo de la Federación Peruana de Fútbol y Gareca en su puesto de Seleccionador Nacional fueron dos protagonistas de esa clasificación añorada. Dos grandes jugadores de fútbol y exitosos como entrenadores a nivel de clubes trabajaron juntos por un bien mayor. Oblitas apoyando institucionalmente al hombre por el cual apostó; y Gareca con la sabiduría de manejar un colectivo tachado de conflictivo e indisciplinado; pero con buenos jugadores, que él supo motivar y hacerles creer que era posible llegar a Rusia y no esperar a Qatar ’22. Oblitas y Gareca fueron rivales en 1985; y 30 largos años después (2015) el destino los unió para devolver a Perú a las Copas del Mundo. 

Oblitas y Gareca en el 2015

¡Rusia recibió de brazos abiertos a la Bicolor después de ocho intentos fallidos y materializar el sueño a la novena oportunidad! Nadie pensó que Perú demoraría tanto tiempo en volver a una Copa Mundial después de la controvertida participación en España ’82. Pero atrás quedaron 35 años traumáticos para el fútbol peruano y ahora se mira al futuro con mucha esperanza.

Alineación del juego decisivo ante Nueva Zelanda en Lima.
Atrás: Advíncula, Farfán, Rodríguez (capitán), Ramos, Tapia y Gallese
Al frente: Polo, Flores, Cuevas, Ruidíaz y Trauco



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¡Arriba Perú, que Rusia te espera…! [Séptima Parte]

En muy poco tiempo, “Tim” le devolvió la autoestima a la selección nacional del Perú y así encaró la eliminatoria de 1981. Los buenos resultados provocaron que la afición peruana comenzase el año 1982 con muchas ilusiones de ver brillar a su equipo en la Copa del Mundo. Para eso era necesaria una buena preparación ya que el grupo que les tocó en el sorteo no era nada fácil: dos equipos europeos de alto nivel y un once africano mundialmente desconocido. Entonces, los ejecutivos de la FPF decidieron revivir el experimento fallido de 1972, o sea, la gira por tres continentes. Detalle: la diferencia es que en aquella época se hizo para preparar la fase preliminar rumbo a Alemania Federal ’74 y, diez años después, fue realizada luego de conseguir la clasificación. En la siguiente tabla puede apreciarse una comparación entre ambos procesos de topes amistosos. Como un detalle estadístico, que considero interesante enfatizar, informo que sólo dos futbolistas estuvieron en dichas excursiones: José “El Patrón” Velásquez, que jugó como titular prácticamente todos los partidos; y Rubén Toribio “Panadero” Díaz, que en 1972 sólo disputó tres y diez años más tarde alineó casi siempre en el once inicial. Infelizmente, el gran capitán Héctor Chumpitaz, que también fue de la partida en 1972, no pudo estar con sus compañeros porque en diciembre de 1981 sufrió una lesión muy grave, que a la postre le impidió jugar su tercera Copa del Mundo.

Las giras de Perú por tres continentes

1972: Lajos Baróti (húngaro)
1982: “Tim” (brasileño)
Mar. 29 Colombia 1x1 Muñante
Abr. 04 Cosmos        5x1 Uribe [p]
Abr. 05 México     2x1 Cubillas
Abr. 08 Fiorentina     0x1 Leguía
Abr.      Puebla       1x0
Abr. 14 Inter/Milán   1x2 Leguía; Malásquez
Abr. 12 Magreb     1x1 Percy Rojas
Abr. 18 Hungría        1x2 Uribe (2)
Abr. 19 URSS       2x0
Abr. 21 Deportivo     1x1 Uribe
Abr. 23 Rumania   2x2 Percy Rojas; Cubillas
Abr. 25 Argelia         1x1 Cueto
Abr. 26 Escocia     2x0
Abr. 28 Francia         0x1 Oblitas
May. 03 Holanda   3x0
                                  9–9 // 4 victorias
                             14–5 // 3 empates   
                                    0       2 empates
                                -9      5 derrotas
                                             1 derrota

Durante los meses de marzo y abril de 1982, la Blanquirroja tuvo dos instantes claves de su preparación para la Copa. Primeramente, tuvo un tope con Chile (que también obtuvo su pase al Mundial) a doble partido con el siguiente saldo: derrota en Santiago y triunfo en Lima. Y después partieron a una gira por tres de los cinco continentes, en la cual tres de sus rivales también habían clasificado al Mundial:

ü América: el viaje a Estados Unidos para enfrentar al famoso New York Cosmos de la extinta North American Soccer League – NASL fue el instante menos productivo de la gira. La goleada fue de escándalo y hubo una gresca, en la cual uno de sus protagonistas revivió lo acontecido en el Mundial ’78: el holandés Johan Neeskens se lesionó en aquel juego ante Perú disputando un balón con Cueto y Quiroga lo cargó en brazos para sacarlo de la cancha; días después perdió la final con Argentina y hasta llegó a decir que Perú se vendió en aquella noche fatídica de Rosario. Por eso quiso pegarle a los peruanos y parecía un loco poseso. Terminó expulsado por su conducta antideportiva y hasta hoy le tiene rencor a los peruanos por causa del episodio de la presunta “echada” ante la Albiceleste en la Caldera del Diablo.

ü Europa: el paso por tierras europeas fue el punto más alto de la gira porque Perú ganó dos partidos ante Hungría y Francia – ambos clasificados para la Copa – jugando muy bien. Le voltearon el partido a los magyares en Budapest y después bailaron a los galos en París. Y ante los clubes italianos de la porción centro-norte los peruanos se lucieron también. Por ejemplo, antes del domingo 18 de abril de 1982 faltaban cinco fechas y la Fiorentina estaba discutiéndole el campeonato a la Juventus (líder y finalmente campeón); el Internazionale (que terminó quinto) ocupaba la tercera posición empatado con el Napoli (que concluyó cuarto por mejor gol average) y el Milán no tenía opciones claras de mantener la categoría y al final la perdió yéndose a la Serie B. En fin, la Bicolor le ganó al futuro subcampeón italiano en Florencia y en Milán doblegó a un combinado de jugadores procedentes de los clubes más célebres de la capital de la región lombarda (neroazzurris y rossoneros). El dato interesante es que en los equipos italianos enfrentados habían 12 futbolistas que participaron en el Mundial y cuatro de ellos jugaron como titulares contra Perú: Giancarlo Antognoni y Francesco Graziani (Fiorentina); Giampiero Marini (Inter) y Fulvio Collovati (Milán). Sobre el juego con el Deportivo La Coruña (que entonces militaba en la segunda división) nadie habla tal vez porque le arañó un empate a Perú en el último minuto.

ü África: la visita a Argelia se saldó con un empate a un tanto por bando y repitió el mismo resultado de diez años atrás cuando la Blanquirroja enfrentó a un combinado de jugadores argelinos y marroquíes (que ocasionalmente se unieron bajo el nombre de Magreb). En aquella época el fútbol africano era menos conocido, valorado y respetado. A modo de información puedo decir que hasta 1972 Egipto y Ghana eran los máximos campeones continentales con dos copas per cápita. Además, los ghaneses habían perdido dos finales y los egipcios una. Y hasta 1982 las “Estrellas Negras” conquistaron un par de torneos más para así convertirse en la selección más ganadora del Continente. Por su parte, “Los Zorros del Desierto” comenzaban a hacerse sentir en África con un subcampeonato en 1980 y un cuarto puesto en 1982 guiados por una de sus estrellas Rabah Madjer, que marcó el gol del empate ante Perú. Me pregunto: ¿por qué razón fue elegida la opción de topar con Argelia, un equipo en ascenso, y no con los últimos campeones africanos, que habían derrotado a los argelinos en partidos decisivos: Nigeria venció la final de 1980 e irguió su primera copa; y Ghana los eliminó en la semifinal de 1982 para después alzar su cuarto trofeo? ¿Será que para la FPF era más pertinente enfrentarse a una selección clasificada para la Copa del Mundo y no a las mejores selecciones africanas del momento, que demoraron en llegar a una fase final mundialista? ¿Realmente los directivos peruanos creían que Argelia era el medidor adecuado para preparar el partido inaugural ante un rival como Camerún? Lo que está muy claro, en este sentido, es que la diversidad del futbol africano no era conocida aún en América. Lo negativo fue la lesión de Roberto Rojas, que era un titular indiscutible para “Tim”.

Regreso a casa después de la Gira Tricontinental

El balance de la gira fue positivo en sentido general y en mayo fue culminada la preparación en Lima jugando más partidos hasta totalizar 17. El match de mayor porte fue la victoria frente a Rumanía antes de poner proa Europa para entrenar en Alemania y después arribar a España. Pero antes de abordar la aeronave Iberia “Tim” facilitó la lista definitiva, en la cual hubo ausencias por lesión grave y decisiones técnicas, así como algunas sorpresas.

Los fijos eran los más experimentados que brillaron en 1981 y en la gira: Ramón Quiroga, Jaime Duarte, Rubén Díaz (como nuevo capitán), José Velásquez, César Cueto, Guillermo La Rosa y Juan Carlos Oblitas (que se incorporó tarde a la gira y sólo jugó en Paris). Abro un paréntesis con Gerónimo Barbadillo, que rindió mucho en las eliminatorias; pero no estuvo en la gira ni en los otros topes de preparación. Para “Tim”, “Patrulla” era un hombre probado y por eso le permitió disputar la final de la Liga Mexicana justo a inicios del mes de junio, que su equipo terminó ganando por segunda vez, y después el jugador se incorporó al colectivo (una semana antes del comienzo de la Copa Mundial). Otros que ganaron la categoría de asegurados en la selección fueron los jóvenes Julio César Uribe y Jorge Olaechea por sus méritos acumulados junto a los veteranos durante el proceso de “Tim”. En el caso de Germán Leguía hay que decir que se ganó el puesto en buena lid durante la gira pues no había tenido oportunidades en 1981. En esa misma situación estuvieron Eduardo Malásquez y Miguel Ángel Gutiérrez (que supo suplir la baja de Rojitas). Los guardametas reservas Eusebio Acasuzo y José González Ganoza estaban decididos desde 1981. Rafael Salvador Salguero fue finalmente el elegido de “Tim” para suplir la ausencia de Chumpitaz. Otros noveles como Hugo Gastulo, Luis Reyna y Franco Navarro se mantuvieron en las convocatorias del estratega brasileño. Las sorpresas fueron Oscar Arizaga (tal vez en detrimento de Raúl Obando y Percy Maldonado) y el incombustible Percy Rojas, que desde su expulsión ante Chile en 1979 no había sido llamado a filas por ningún técnico. Esa decisión de “Tim” le cerró el paso a Freddy Ravello, que había estado como reserva en las eliminatorias, y a Juan Caballero, que estuvo en la gira junto a Ravello. Otro damnificado fue Alberto Castillo (19 años), un jugador destacado en el Atlético Chalaco. Se dice que lo excluyeron para darle paso a Teófilo Cubillas.

Mapa de factores para la gestión de egos en un grupo humano

Jugadores
Edad
Raza
Clubes
CA
M
FE
EPE
NCT
Díaz
30
Mestizo
Sporting Cristal
X
’78
2

[A]
Quiroga
31
Blanco
Sporting Cristal

’78
2
Argentina
(dos clubes)
[A]
Uribe
24
Negro
Sporting Cristal


1

[A]
Gutiérrez
25
Mestizo
Sporting Cristal


1

[D]
Reyna
23
Blanco
Sporting Cristal


1

[D]
Duarte
27
Mestizo
Alianza Lima

’78
2

[A]
Olaechea
25
Negro
Alianza Lima


1

[A]
Salguero
30
Mestizo
Alianza Lima




[A]
González G.
27
Negro
Alianza Lima
X

2

[D]
Leguía
28
Blanco
Universitario

’78


[B]
Acasuzo
30
Blanco
Universitario
X

1

[D]
Gastulo
24
Blanco
Universitario




[D]
Malásquez
24
Mestizo
Deportivo Municipal


1

[D]
F. Navarro
20
Blanco
Deportivo Municipal




[D]
Arizaga
24
Negro
Atlético Chalaco




[D]
La Rosa
30
Negro
Atlético Nacional [Colombia]

’78
1

[B]
Cueto
30*
Mestizo
Atlético Nacional [Colombia]
X
’78
1

[A]
Velásquez
30
Negro
Independiente Medellín [Colombia]
X
’78
3
Estados Unidos
[A]
Cubillas
33
Negro
Fort Lauderdale Strikers [EUA/NASL]
X
’70
’78
4
Suiza y Portugal
[A]
Barbadillo
27
Negro
Tigres UANL [México]
X

2

[B]
Oblitas
31
Blanco
Sérésien [Bélgica]
X
’78
3
 España y México
[A]
P. Rojas
32
Blanco
Sérésien [Bélgica]
X
’78
3
Argentina
[I]

Leyenda:
CA          Campeones de América ’75
M            Mundialistas
FE           Fases Eliminatorias 1965-1981: cinco veces
EPE        Experiencias Profesionales en el Exterior: cantidad de clubes y países
NCT       Nivel de Confianza del Técnico: [A] Absoluto; [B] Bueno; [D] Debutante; [I] Indefinido
*             Cumplió esa edad durante el torneo

La tabla anterior nos invita a reflexionar sobre la fase final del efímero proceso de “Tim” al frente de la selección nacional peruana. Él tuvo a su cargo a diez mundialistas, a nueve campeones continentales, 18 de los convocados habían participado por lo menos en una fase eliminatoria de la Copa Mundial y ocho tenían experiencia de jugar en ligas extranjeras. En fin, no era un grupo de meros bisoños pues tenía un promedio de edad de 27,5 años, o sea, un cociente que tiende a reflejar la mezcla de juventud y experiencia. No obstante, el once titular mundialista expresaba una media de 29 años, lo cual sería considerado un síntoma del dominio de la experiencia y del oficio de jugador profesional.

Los titulares del partido inaugural disputado contra Camerún: Díaz, Duarte, Salguero, Cubillas, Uribe, Velásquez, Leguía, Cueto, Olaechea, Oblitas y Quiroga

En el análisis de la Bicolor mi foco es poner en solfa los factores que explican por qué cayó tan estrepitosamente en una tarde coruñesa de 1982. En honor a la verdad es preciso decir que el fracaso se fraguó mucho antes de la Copa y en eso hay una gran diferencia con lo sucedido en Argentina cuatro años antes. Entonces, las preguntas son las siguientes: ¿qué pasó con la selección peruana en 1982 antes y durante el Mundial de España? Y ¿qué aconteció después con los jugadores convocados a esta Copa?

·   La fase preparatoria tuvo más sombras que luces. La Bicolor jugó muchos partidos en poco tiempo y se trasladó a varios confines del mundo. No es menos cierto de que en la mayoría de los cotejos obtuvo buenos resultados, lo cual provocó que algunos sólo viesen luz cuando la realidad demostró que a la postre fueron “sombras nada más” como dice la canción – compuesta por Francisco Juan Lomuto y José María Contursi Briano – interpretada por Javier Solís. Entre los jugadores hay opiniones divididas: para Velásquez haber jugado tantos partidos no fue motivo de cansancio; Uribe de alguna forma concuerda con “El Patrón” y sólo tiene elogios para la gira tricontinental; en cuanto a la excursión, Leguía coincidió con Uribe y, no obstante, afirmó que fueron demasiados partidos y eso mermó la capacidad física de los atletas; Oblitas se expresó en el mismo sentido que Leguía. La cuestión de la preparación física volvió a ser un punto problemático. El profesor Luis Zacarías recordaba que en la Copa anterior los peruanos bajaron físicamente en la segunda ronda y quiso tomar medidas para que eso no se repitiese. ¡Y se le fue la mano! Por indicación suya el equipo viajó a Alemania Federal para concentrarse dos semanas en Colonia donde trabajaría exclusivamente la parte física y nada de patear la pelota. Según Leguía eso no le hizo bien al seleccionado nacional y en la fase de grupos ya mostraron dificultades en el tono físico para jugar. En el partido inaugural los peruanos enfrentaron un equipo con recursos técnicos del medio hacia el frente y, además, muy fuerte físicamente, que los desgastó durante 90 minutos.

·    El manejo del grupo dejó mucho que desear. “Tim” consiguió armar un buen colectivo en 1981 y cuando los resultados salieron como todos esperan, entonces las cosas iban bien y primó el buen rollo con un vestuario muy unido. Pienso que hasta el regreso de la gira tricontinental el grupo humano estaba aún en buena sintonía. Pero las cosas comenzaron a torcerse cuando se tomó la decisión de incluir a Cubillas en el plantel mundialista. Eso alteró la ecología del colectivo y así los egos se dispararon. Entiéndase lo siguiente: el equipo jugó mejor y se clasificó sin él; y en la excursión “allende los mares” tampoco lo necesitaron para triunfar y dar espectáculo. En ese sentido, el grupo parecía estar unido en torno a una idea de equipo integrado por buenos futbolistas. Cubillas era la gran figura del fútbol peruano y mundial. Además, hasta 1982 era el quinto goleador en Copas del Mundo superado en este orden por Gerd Müller (alemán que era colega suyo en los Strikers); Just Fontaine (francés); Pelé (Brasileño) y Sandor Kocsis (Húngaro). ¿Qué técnico llevaría a dicho crack a una Copa del Mundo para calentar la banca? Para “Tim”, y su ayudante Ramón Mifflin, Cubillas era titularísimo y por eso lo alineó ante Colombia en Bogotá. Es verdad que “El Nene” no tuvo su tarde pues falló un penalti; pero eso no minó la confianza que le tenía el estratega brasileño. Y de cierta manera, como en Argentina ’78, él volvió a ser uno de los factores de desunión en el equipo ya que su regreso parece haber agradado mucho fundamentalmente a los viejos aliancistas que jugaron con él y lo veneraban: Cueto, Velásquez, La Rosa, Duarte, Salguero y González Ganoza. Hubo otros a los que no les sentó nada bien esa inclusión o imposición de tal figura estelar siendo Uribe el mayor representante de ese malestar; aunque no parece haberle faltado el respeto su compañero. Inclusive, antes del partido en Bogotá Uribe decía que estaba feliz por jugar al lado de uno de sus ídolos. Pero el tiempo pasó y Uribe ganó mucho peso en la Bicolor. También se dice que Oblitas era la cara visible de otro grupo que reaccionó a ese mal ambiente y tampoco puede afirmarse que se encaró con Cubillas o Uribe. El capitán Díaz siempre se sintió identificado con Uribe y Oblitas; pero – al igual que Chumpitaz – nunca dejó de respetar a Cubillas. En todo colectivo humano siempre hay desavenencias y varias cosas no han sido dichas hasta hoy por razones obvias. Lo único cierto es lo que dijeron Uribe y Leguía sobre la ruptura del grupo. El primero señaló que no sabe cuándo ni cómo sucedió la desunión; y el segundo fue más certero al aseverar que cuando se perdió la humildad el equipo se fue abajo. El propio Uribe le reclamó a “Tim” por haberlo sustituido en el juego contra Italia y lo acusó de quererlo perjudicar en su carrera deportiva. La actitud de Barbadillo también vale la pena comentarla porque cuando llegó a la concentración le comunicaron que no estaría en el once inicial ante Camerún, entonces él no se sintió cómodo en el colectivo porque creía que debía ser titular siempre. Cuatro años atrás había sido convocado por Calderón y prefirió jugar la final del torneo mexicano porque sabía que “JJ” Muñante era el titular en la punta derecha; y muchos años después afirmó que si hubiese sabido con anterioridad que no jugaría de inicio ante “Los Leones Indomables” nunca se hubiese presentado porque prefería irse de vacaciones con su familia. Evidentemente, los egos pudieron más que el espíritu de equipo que tuvieron en las eliminatorias de 1981. Otro elemento esencial es que “Tim” fue perdiendo su autoridad ante sus jugadores. Oblitas advirtió algo raro durante la previa del juego contra Francia en Paris porque su técnico le comunicó que no alinearía como titular y después supo, a través de Julio Nater – el jefe de equipo, que sería de la partida. “¡A buen entendedor, pocas palabras [bastan]!”

·  Hubo decisiones de la dirección técnica que fueron contradictorias y otras fueron las adecuadas. “Tim” llegó a Perú con la aureola de que tenía las ideas muy claras de cómo debía jugar un equipo. La Blanquirroja jugó bajo el esquema 4-3-3 para clasificar al Mundial. Pero en 1982 parece que “Tim” ya no lo tenía tan claro y debido a ausencias importantes en el frente de ataque decidió repensar su pizarra táctica con un 4-5-1 o un 4-4-2 (ver la primera tabla más abajo). El 4-5-1 es el esquema para un equipo que pretende dominar el medio sector haciéndose con el mando del match y así fue planteamiento de “Tim” en Budapest y Argel dejando sólo en punta al ariete La Rosa con Malásquez y Leguía como denominados “punteros mentirosos”, que se movían por las alas izquierda y derecha respectivamente mientras Uribe hacía de mediapunta para armar las jugadas en combinación con Cueto. Y el 4-4-2 constituye el diseño standard que tiene fama de ser el sistema de juego más equilibrado sobre todo si el equipo mantiene las líneas juntas, o sea, cuando se muestra como un equipo corto. Por ejemplo, en Paris los atacantes fueron La Rosa y Oblitas mientras Leguía jugó en la medular moviéndose por la derecha y Uribe parecía cubrir el lado izquierdo, aunque con tendencia de irse al medio para juntarse con Cueto ya que para cubrirle la espalda como apoyo estaba Gutiérrez (sustituto del lesionado Rojitas) y Oblitas también bajaba a defender. En el juego de despedida en Lima ante los rumanos “Tim” volvió a montar ese mismo diseño con ciertas modificaciones: Salguero entró como central, Olaechea fue desplazado al lateral zurdo en detrimento de Gutiérrez e ingresó Cubillas en la delantera por La Rosa. Y para el partido inaugural de la Copa ante los cameruneses “Tim” repitió la fórmula de Budapest y Argel, o sea, los que abrieron en el once inicial en La Coruña fueron los mismos que alinearon en varios topes amistosos disputados en Lima; pero enfatizando un enroque de posiciones en el sector ofensivo: Cubillas estaba en su posición natural como mediocampista ofensivo y Uribe fue colocado como ariete. Oblitas también retrasó su posición en la banda izquierda y Leguía ejercía las mismas funciones por la derecha. Fue ahí que el estratega brasileño pareció haber perdido la brújula. El problema no es cambiar de sistema de juego, sino saber enviar a la cancha a los mejores por posición. En primer lugar, el «9» titular de ese equipo era, sin dudas, La Rosa y nunca debió ser el sacrificado. Poner en ese puesto a Uribe significó jugar con uno menos porque el crack celeste estaba acostumbrado de tener el arco rival de frente y no estar de espaldas para recibir y girar como estaba habituado “El Tanque”. En segundo lugar, realmente, en aquel momento “El Diamante” era el mejor «10» del Perú y había sido designado por el diario venezolano El Mundo como el tercer mejor jugador de América del Sur en 1981 por detrás de dos grandes «camisas diez» del momento: Diego Armando Maradona (argentino) y Zico (brasileño), declarado «El Mejor Futbolista de Sudamérica». Cubillas ya no era el mismo de los años ’70 y con su presencia en la medular Perú perdía el dinamismo y la electricidad que aportaba Uribe. En tercer lugar, digan lo que digan, Leguía hizo méritos para ser titular a pesar de no tener las cualidades técnicas de Barbadillo, que llegó desgastado físicamente por haber disputado una final de campeonato y eso se reflejó en su bajo rendimiento durante la Copa. En cuarto lugar, la apuesta en Salguero como titular le restó seguridad y contundencia al centro de la defensa, en la cual Olaechea estaba firme al lado de Díaz. A pesar de que Gutiérrez lo había hecho bien tras la lesión de Rojitas eso no fue suficiente para ganarse la confianza de “Tim”. Y, en quinto lugar, la política de cambios de “Tim” en la Copa del Mundo (ver la segunda tabla abajo) no surtió efecto ante los correosos cameruneses; funcionó mejor en el juego con los italianos debido a la costumbre que tenían los azzurris de aferrarse al catenaccio cuando tienen ventaja en el marcador; y fue un desastre total en el partido decisivo frente a los polacos ya que el equipo peruano “hizo aguas” a partir del primer gol, que fue precedido por un error garrafal de Velásquez en la entrega del balón, el cual fue interceptado por la línea de volantes europeos.

Las opciones de la pizarra táctica de “Tim” (1981 – 1982)

Lima ’81
0x0 Uruguay
[Sept. 6]
Budapest ’82
Hungría 1x2
[Abr. 18]
Argel ’82
Argelia 1x1
[Abr. 25]
Paris ’82
Francia 0x1
[Abr. 28]
Lima ’82
2x0 Rumania
[Mayo 16]
Quiroga
Quiroga
Quiroga
Quiroga
Quiroga
Duarte
Duarte
Duarte
Duarte
Duarte
Díaz
Díaz
Díaz
Díaz
Díaz
Chumpitaz
Olaechea
Olaechea
Olaechea
Salguero
R. Rojas
R. Rojas
R. Rojas
Gutiérrez
Olaechea
Velásquez
Velásquez
Velásquez
Velásquez
Velásquez
Cueto
Cueto
Cueto
Cueto
Cueto
Uribe
Uribe
Uribe
Uribe
Uribe
Barbadillo
Leguía
Leguía
Leguía
Leguía
La Rosa
Malásquez
Malásquez
Oblitas
Oblitas
Oblitas
La Rosa
La Rosa
La Rosa
Cubillas
4-3-3
4-5-1
4-5-1
4-4-2
4-4- 2

La pizarra táctica de “Tim” en el Mundial

La Coruña ’82
0x0 Camerún [Jun. 15]
Vigo ’82
1X1 Italia [Jun. 18]
La Coruña ’82
1x5 Polonia [Jun. 22]
Quiroga                 
Quiroga
Quiroga
Duarte                      
Duarte
Duarte
Díaz ©                      
Díaz ©
Díaz ©
Salguero                    
Salguero
Salguero
Olaechea                   
Olaechea
Olaechea
Velásquez                 
Velásquez
Velásquez
Cueto                        
Cueto
Cueto
Cubillas (La Rosa, 56)
Cubillas
Cubillas (Barbadillo, 50)
Leguía (Barbadillo, 56)
Barbadillo (Leguía, 64)
Leguía
Oblitas                        
Oblitas
Oblitas (Uribe, 50)
Uribe                       
Uribe (La Rosa, 64)
La Rosa
4-5-1
4-5-1
4-5-1
4-3-3 Así terminaron
4-5-1 Así terminaron
4-5-1 Así terminaron
Probable cambio de planes en lo táctico: Uribe retrasó su posición y volvió a funcionar como «10», La Rosa salió a jugar de «9» con Barbadillo y Oblitas entrando por las alas para maximizar la ofensiva. La posibilidad de ganar nunca existió.
Doble cambio de piezas por piezas sin alterar el esquema de juego para mejorar la ofensiva con el marcador en contra. Hubo oportunidades de victoria; pero la pésima puntería fue clave.
Doble cambio apresurado con el juego empatado, que trajo nefastas consecuencias para el equipo. Las piezas sacrificadas estaban en sintonía y quienes entraron no gravitaron. Ahí el rival creció en el volumen de juego y los masacró.

Leyenda:
(  )                 Sustitutos
©                   Capitán

·     Influencias extradeportivas de carácter tóxico. Oblitas ha dicho que se priorizaron los intereses económicos en detrimento de las cuestiones deportivas. Precisamente, el Canal 5 (Panamericana Televisión) había comprado los derechos de transmisión de los partidos de la selección nacional y, además, manejaba los contratos de algunos jugadores que aún militaban en clubes peruanos. Como el fútbol es un negocio, los dueños de ese canal querían aprovechar la clasificación de Perú a la Copa del Mundo para vender esos atletas al exterior. Además, ese medio televisivo fue clave para la vuelta de Cubillas, que fue apoyada por la gestión de José Aramburu Zavala, “Don Pepe”, el Jefe de la Comisión Deportiva del Seleccionado mundialista, que con el consentimiento de “Tim” convenció a los Strikers para cederlo.

·  Los jugadores no estuvieron a la altura de la competición. La siguiente tabla muestra un resumen del rendimiento particular de cada jugador que entró en campo. Infelizmente, ninguno se salvó de la quema puesto, que salvo en el segundo parcial disputado frente la “Squadra Azzurra”, no hubo un buen funcionamiento del colectivo.

La gestión mundialista de “Tim”

E
Jugadores
T
S
I
MJ
TA
Rendimiento general
1
Quiroga
3


270

Su trabajo entre los tres palos fue de más a menos. Salvó su valla varias veces ante los tres contrarios del grupo; pero en el match de la despedida tomó una decisión equivocada que costó un gol [1,66]
2
Duarte
3


270
1
Mantuvo un nivel estable que puede ser calificado de discreto, o sea, sus prestaciones quedaron muy por debajo de su calidad como defensor en cada juego [3]
3
Díaz
3


270

Su gol ante los italianos dio esperanzas a Perú. Hizo sufrir a Milla y a Rossi con una marca asfixiante; pero se vio desbordado por la velocidad de los atacantes polacos [2,33]
4
Salguero
3


270

Considerado el más flojo de la zaga peruana por no saber imponer su jerarquía en la retaguardia. Demostró no estar a la altura de ser titular en una Copa del Mundo [2]
5
Olaechea
3


270
1
Fue de más a menos en su performance. Plantó cara con su físico a italianos y cameruneses; pero ante la maquinaria polaca muy poco pudo hacer [3]
6
Cueto
3


270

En los dos primeros partidos trabajó en la medular por debajo de sus posibilidades como administrador y distribuidor del balón y en el último juego su producción cayó mucho más [3]
7
Velásquez
3


270

En el primer día tuvo una actuación discreta, en el segundo su nivel mejoró a pesar de que Conti lo dejó en evidencia y en el partido decisivo su error envalentonó al rival y sentenció a su equipo [3]
8
Oblitas
3
1

230

No estuvo al nivel que se esperaba de él; pero su mejor partido fue ante los italianos. Su sustitución apresurada en el último juego no le sentó bien al equipo, que cayó estrepitosamente [2,66]
9
Cubillas
3
2

196

Destellos de su clase ante Italia incluyendo una asistencia y aportó poco en los otros dos partidos. Fue sustituido prematuramente en el juego decisivo y después el equipo se vino abajo [3]
10
Uribe
2
1
1
194

Lo tenía todo para triunfar; pero se perdió entre su ego y las malas decisiones técnicas sobre su posición en el campo. No mostró su mejor versión en Galicia, o sea ni en Riazor ni en Balaídos [2]
11
Leguía
2
1
1
172

No jugó nada bien; aunque voluntad nunca le faltó. Sin brillar fue un buen revulsivo ante Italia. Y en el último partido naufragó en el tiempo complementario al igual que los demás jugadores [1,33]
12
La Rosa
1

2
150

No merecía ser suplente; pero su aporte fue discreto cuando estuvo en la cancha. Mala puntería ante Italia y después salvó la honrilla peruana con un gol de rabia ante los polacos [1,66]
13
Barbadillo
1
1
2
138

Justificó su suplencia por tener una baja forma deportiva. Puso un pase de gol en el último juego y nada más. Su mejor versión la dejó en México y la afición gallega se quedó con las ganas de verla [2]

Leyenda:
E             Escalafón
T             Titular
S             Salió
I              Ingresó
MJ          Minutos Jugados
TA          Tarjetas amarillas
[ ]            Promedio de calificaciones otorgadas por el diario español El Mundo Deportivo. Nota Máxima: 5

“Tim” declaró a la prensa española que “todo el trabajo se echó a perder en un partido” y “voy a aguantar el palo”. La sinceridad del estratega brasileño se salió de lo común pues llegó al punto de sentirse el único y máximo responsable de la debacle; pero la verdad es que los polacos sólo dieron el tiro de gracia a los peruanos durante aquella fatídica tarde coruñesa, o sea, cada gol que encajaba la Blanquirroja era la confirmación de la “crónica de una muerte anunciada” como reza el libro de Gabriel García Márquez. Lo que nadie imaginó es que Perú demoraría muchos años para volver a una Copa del Mundo. Cubillas, Salguero, Arizaga y Percy Rojas nunca más volvieron a vestir la camisa nacional.

·  Los fichajes frustrados y confirmados después del desastre en Riazor. Las constantes exhibiciones de la selección peruana llenaron los ojos de equipos europeos. La prensa española daba por seguro que Uribe sería contratado por el Leeds United inglés (que en 1982 había bajado a la segunda división y quería reforzarse para volver a la Premiership); y Leguía lo tenía casi todo hecho con el Genoa de la Serie A del Calcio italiano. En fin, ambos contratos no prosperaron y Leguía tuvo que esperar un año para llegar al fútbol europeo cuando fichó por el Elche, de la segunda división española (1983). Para Uribe las cosas mejoraron porque lo contrató el Cagliari de la Serie A y a Barbadillo tampoco le afectó su bajo rendimiento en el Mundial pues el Avellino (también de la Serie A) ya lo tenía prácticamente atado antes de la Copa por su buen desempeño en México. Malásquez no jugó en el torneo mundialista y se lo llevó el club colombiano Independiente Medellín para hacer dupla en el centro del campo con “El Patrón” (1982); y Percy Rojas, que tampoco tuvo minutos en la Copa, regresó al Universitario por todo lo alto porque fue líder goleador y campeón en el Descentralizado de 1982. En 1983 otros jugadores cambiaron de aires y salieron del Perú: Quiroga se fue a Ecuador para defender al Barcelona Guayaquil por una temporada y Olaechea se unió a Malásquez en el club antioqueño. En ese mismo año “El Patrón” regresó a su Alianza amado, en tanto que Cueto y La Rosa continuaron en el Atlético Nacional Medellín y después se fueron a Cali para jugar con el América (1984). Ambos jugadores conquistaron el título nacional colombiano defendiendo dichos ilustres clubes. Precisamente, en 1984, “El Patrón” emigró a España para jugar en la primera división con el modesto Hércules Alicante. En 1985 fue el turno de Acasuzo de irse a probar suerte en Bolivia con el Club Bolívar, el equipo celeste de la capital más alta del mundo, La Paz, y campeonó con ellos en esa misma temporada.


·    La selección peruana jugó la Copa América de 1983 y volvió a ser semifinalista. Una vez más, “JJ” Tan se hizo cargo del equipo, que realizó una buena campaña aplicando “la media inglesa”: empates en Bogotá y La Paz; y sendas victorias en Lima. Participaron los mundialistas Acasuzo, Díaz, Duarte, Olaechea, Velásquez, Reyna, Leguía, Malásquez y Franco Navarro. Además, Roberto Rojas volvió a ser de la partida. En el cruce semifinal los peruanos no pudieron con los uruguayos, que vencieron en Lima e después igualaron en Montevideo. Semanas después se proclamaron campeones ante Brasil. Entre los más destacados por Perú estuvieron Malásquez y los jóvenes atacantes Franco Navarro y Juan “Gol” Caballero (cada uno convirtió un par de goles). Acasuzo, Velásquez, Leguía y Jorge Ramírez también fueron claves para lograr el pase a la semifinal.


La debacle de España ’82 tuvo una sombra muy larga porque la FPF no fue capaz de asumir el desafío de renovar la selección nacional para darles paso a nuevas figuras jóvenes – nacidas entre 1956 y 1965 – con talento para representar a Perú en los torneos futuros. Chiarella (1979) y Tan (1980; 1983) lo intentaron; pero nunca tuvieron el apoyo de la federación ni mucho menos de la afición. Ser semifinalistas de la competición continental parecía muy poco para un país con ínfulas de potencia futbolística americana. Los triunfos de una generación irrepetible (es decir, los atletas que nacieron entre 1940 y 1955) opacaron la visión de futuro de la dirigencia del fútbol peruano.

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¡Arriba Perú, que Rusia te espera…! [Sexta Parte]


El inicio de los años 1980 fue bastante desesperanzador para el fútbol peruano a nivel de selección nacional absoluta. En el lapso 1980 – 1981 trabajaron cuatro técnicos diferentes, lo cual puede parecer bastante insólito en tan corto tiempo. No obstante, una breve explicación puede esclarecer cualquier duda al respecto. Juan José Tan dirigió, como interino, la Bicolor el 18 de julio de 1980 en un partido amistoso ante Uruguay disputado en Montevideo, que terminó en empate sin abrir el marcador.

A pedido de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) Miguel Calderón regresó por última vez a la Blanquirroja para dirigirla varios partidos. Primeramente, comandó a la selección en Lima durante un juego amistoso con los uruguayos, cuyo resultado fue una igualada con un gol por bando. Aquel 12 de noviembre de 1980 marcó oficialmente su breve retorno. Además, en aquellos momentos, Calderón reunía a los jugadores seleccionables que participaban en el Campeonato Descentralizado para realizar juegos amistosos de carácter no oficial con clubes peruanos y nunca perdió en ocho juegos. También ganó dos partidos internacionales ante los clubes Caroline Hill de Hong Kong (30 de noviembre) y Tigres UANL de Monterrey (4 de diciembre), cuyos scores finalizaron 2x0 y 1x0 respectivamente. Pero antes de dichos partidos los pupilos de “El Chueco” fueron derrotados 2x1 por un Combinado de Estrellas de la liga profesional hongkonesa (27 de noviembre).

Heredia y Didí en el partido inaugural de México '70 ganado por Perú ante Bulgaria. 
El lazo negro era una señal de luto nacional por las víctimas del terremoto de Áncash

Tras la partida de Calderón a una incursión laboral en tierras mexicanas, a inicios de 1981, Alejandro Heredia Miranda (52 años) asumió la selección nacional de forma interina por tercera vez: ya lo había hecho en 1970 cuando se fue Didí; y después en 1976 tras la salida de Calderón. “El Cholo” Heredia había sido asistente y preparador físico de Didí en todo el proceso rumbo a México ’70; del prestigioso seleccionador húngaro Lajos Baróti durante la gira por tres continentes en 1972 y del propio Calderón en el transcurso de la clasificación a Argentina ’78. Es decir, estuvo en dos Copas del Mundo como parte del cuerpo técnico del Perú y ese podría ser un buen aval pese a estar en ese cargo de forma provisional. Pero la cruel realidad fue que con él en el banquillo, entre los meses de febrero y abril de 1981, la Bicolor no ganó ningún partido amistoso. La afición limeña fue testigo de sendas derrotas ante Checoslovaquia y Bulgaria; y en Santiago fueron goleados por “La Roja Austral”. En fin, las dudas sobre la posibilidad del Perú para clasificarse al Mundial ’82 seguían creciendo día a día. La FPF procuró la solución fuera de sus fronteras y apareció el brasileño Elba de Pádua “Tim” (66 años).

Ese señor otoñal era tremendo personaje pues fue una estrella del fútbol brasileiro durante las décadas de 1930 y 1940 fundamentalmente haciendo goles con el Fluminense de Rio de Janeiro. Con el “Tricolor das Laranjeiras” ganó cinco campeonatos cariocas y otros torneos estaduales para marcar una época de dominio del “Fluzão” en la capital del Brasil; jugó un partido del Mundial Francia ’38 junto al astro del Flamengo Leônidas da Silva; se destacó como motor del Scratch  en el Campeonato Sudamericano Argentina ’37 y, además, jugó en Uruguay ’42. Brasil perdió la final en 1937 y obtuvo el tercer lugar mundial y subcontinental en 1938 y 1942 respectivamente. Como entrenador “Tim” ganó títulos con el “Flu” (es el quinto técnico que más partidos ganados tiene en ese club) y también con otros equipos brasileños; pero alcanzó su punto más alto en Argentina llevando a “Los Matadores” del San Lorenzo de Almagro a la conquista del Campeonato Metropolitano de forma invicta en 1968, una hazaña deportiva sin precedentes en la era del fútbol profesional argentino. No obstante, en su país lo respetaban mucho y reconocían su competencia como profesional del manejo de la pizarra.

"Tim" dirigió el mejor once peruano de la historia

“Tim” asumió el comando de la Blanquirroja en ese clima de incertidumbres de los directivos de la FPF, que estaban desesperados; la prensa que no paraba de criticar a la selección; y la afición, que cayó en el desánimo debido a los últimos resultados adversos. Como factor común puede decirse que todos estaban temerosos de no clasificarse para España ’82. “Tim” procuró un “brazo derecho” de origen peruano – como ya habían hecho los seleccionadores extranjeros anteriores – y por eso su auxiliar fue Ramón Mifflin (34 años), que estuvo en México ’70 y recientemente se había retirado como jugador profesional en Colombia donde defendió los colores del Independiente Santa Fe. Entonces, ambos colegas pusieron “manos a la obra” y organizaron un equipo competitivo para clasificar al cuarto Mundial.

Una pregunta para reflexionar sobre el proceso eliminatorio rumbo a España ’82 puede ser la siguiente: ¿qué aspectos positivos tomó el actual cuerpo técnico del trabajo realizado con anterioridad por los últimos cuatro seleccionadores peruanos (Calderón, Chiarella, Tan y Heredia)?

§  Primero, la convicción de que había jugadores jóvenes de calidad en el Campeonato Descentralizado para construir un buen equipo enriqueciendo la base del Mundial ’78 y de la Copa América ’79. El corto trabajo desempeñado por Chiarella, Tan y Calderón mostró a nuevos valores del fútbol peruano que debutaron entre 1979 y 1980. Por ejemplo, en 1979 Chiarella abrió la puerta de la selección a Olaechea, Malásquez, Gastulo y Uribe; en 1980 Tan apostó por Franco Navarro y Óscar Arizaga; mientras que Calderón depositó su confianza en Luis Reyna y Miguel Ángel Gutiérrez. Todos ellos fueron convocados por “Tim” para la Copa Mundial de 1982. Detalle: Arizaga sólo jugó un partido amistoso y el estratega brasileño lo llamó por su rendimiento en el Atlético Chalaco. Antes de ese magno torneo Uribe y Olaechea fueron los más destacados porque rindieron a un nivel alto en las eliminatorias. Los otros no jugaron ni un minuto y tuvieron que ganarse el puesto en el torneo nacional y en los partidos amistosos disputados antes de España ’82.

§  Segundo, insistir en la convocatoria de jugadores que militaban en clubes extranjeros. En el primer once titular “Tim” convocó seis futbolistas contratados en ligas foráneas: dos jugaban en Estados Unidos (Velásquez y Cubillas), dos en Colombia (Cueto y La Rosa), uno en México (Barbadillo) y otro en Bélgica (Oblitas). Barbadillo no vestía la casaca nacional desde 1975 (aproximadamente seis años); Cubillas y Oblitas llevaban casi tres años fuera de la Blanquirroja; Velásquez, Cueto y La Rosa un par de años sin ser llamados a filas. Detalle: excepto “El Nene”, que no estuvo en los otros tres juegos al parecer por razones contractuales, los demás tuvieron buenas prestaciones ofensivas en la cancha: La Rosa, saliendo a jugar desde la banca, marcó (a pase de Barbadillo) el tanto que igualó el marcador en Bogotá y como titular en Montevideo “abrió la lata” para ayudar a ganar aquel juego; y, días antes, Barbadillo rompió el celofán en Lima ante Colombia para finalmente conmemorar la victoria. Ambos goles acontecieron después de sendos pases de Oblitas. Y Velásquez asistió a Uribe en el gol que dejó más cerca la clasificación de Perú en el mítico Estadio Centenario.

§  Tercero, entender la necesidad de montar una alineación básica duradera para encarar un torneo de corta duración. “Tim” estaba bajo presión y necesitaba de resultados favorables pues estaba en juego la clasificación al Mundial ’82. Entonces, se la jugó con los jugadores más experimentados del Perú. Chiarella quiso hacer lo mismo ante Chile en 1979; pero se quedó corto porque no llamó a tres futbolistas seleccionables que podían subirle el nivel competitivo a la Bicolor. El estratega brasileño puso toda la carne en el asador, conversó con los atletas, les dio confianza y obtuvo el resultado esperado. Quiroga siempre fue su portero y en eso “Tim” coincidía con Calderón; en la línea defensiva mantuvo la confianza en tres jugadores apreciados por Calderón y Chiarella, aunque con alguna ponderación: Duarte seguía como lateral derecho, Chumpitaz en el centro acompañado por Díaz (a quien los técnicos anteriores mantuvieron como lateral zurdo), y para completar su cuarteto en la retaguardia le dio la oportunidad al también mundialista Roberto Rojas; en el mediocampo continuaron dos pilares de Calderón y Chiarella: Velásquez y Cueto, o sea, potencia y magia, e incluyó a Uribe, un complemento que aportaba dinamismo, virtuosismo y llegada a la meta contraria; y en la ofensiva: La Rosa era el ariete típico de Calderón, Chiarella y también de “Tim”, Oblitas como extremo izquierdo (otro hombre de absoluta confianza de Calderón) y Barbadillo, jugador del agrado de Calderón, fue ratificado en la punta derecha. ¡Para muchos ese es el mejor once del Perú por el alto rendimiento mostrado en la cancha durante las eliminatorias de 1981!

§  Cuarto, la certeza de que el estilo de juego, basado en el buen trato al balón y en la disciplina táctica debían ser claves para lograr cada objetivo trazado por el cuerpo técnico. Durante la fase eliminatoria “Tim” aplicó un 4-3-3 como sistema táctico, el cual no era ajeno para los jugadores peruanos que ya estaban acostumbrados. Era un equipo muy ofensivo y hábil con el balón. La medular recibió la inyección juvenil de Uribe, que tuvo una actuación determinante: se asociaba muy bien con Cueto y enlazaba con los delanteros, especialmente con Barbadillo, además aparecía por cualquier zona del frente de ataque y era excelente en el cobro penaltis y tiros libres. Pero tenía un defecto: fallaba muchos goles de cara al arco. Cueto seguía siendo el Maestro a la hora de mover el equipo, sus trazos largos a las bandas y sus pases filtrados “valían un Potosí”, y era otro responsable por las pelotas quietas. Sus hándicaps: lento y, a veces, caminaba en la cancha. Barbadillo era eléctrico por la derecha atacando, más que tocar acariciaba el balón de disímiles maneras intercambiando pases con Cueto y Uribe, y era bueno recuperando pelotas para lanzar un ataque. Cuando el balón pasaba por Uribe, Cueto y Barbadillo, violinistas sin pares, Perú sonaba como una sinfonía bien afinada. Oblitas no desafinaba porque era otro de los grandes futbolistas y como dueño de la banda izquierda era la pieza ideal a la hora de subir un contragolpe, también penetraba en el área rival con pelota dominada para crear peligro centrando y chutando a puerta, había momentos en que aparecía por el perfil derecho para jugar a pierna cambiada. Velásquez no era un tronco pues con su potencia era bueno en el quite, en el manejo de la pelota y en la llegada al área, también le gustaba mucho – al igual que a Cueto – chutar desde larga y media distancia. La Rosa era el hombre poste que sabía jugar de espaldas al arco para pivotear y abrir espacio para sus colegas de ataque; pero no era estático porque sabía caer a las bandas para recibir y agilizar el juego colectivo y sin balón echaba una mano en defensa y presionaba a los contrarios. En el sistema defensivo el aporte de “El Patrón” era fundamental porque sabía meter la pierna e imponer su carácter ante rivales que les gustaba amedrentar y provocar. Chumpitaz seguía en buena forma física y a buen nivel comandando la retaguardia y su mayor arma era la anticipación a las jugadas ofensivas de los rivales. Díaz era más agresivo en la defensa y fue un buen complemento para el “Capitán de América” pues llevaban juntos mucho tiempo en la selección y en el Sporting Cristal. Ambos centrales sabían salir jugando con el balón; aunque Chumpitaz era más elegante. Duarte y Rojas cubrían las bandas muy bien y se proyectaban al ataque cuando era preciso. Lo más interesante es que en ese once, salvo Quiroga, todos tocaban el balón con criterio y precisión; los rivales corrían detrás del balón y sólo apelaban a las faltas para detener el avance de ese equipo, que atacaba y defendía con orden táctico como cualquier equipo solidario; y cada jugador estaba en un momento óptimo de forma deportiva, lo cual fue decisivo en la consecución del resultado esperado.

 El día de la primera victoria en Uruguay. Parados: Duarte, Chumpitaz, Díaz, Velásquez, Rojas y Quiroga. Agachados: Barbadillo, Cueto, Uribe, La Rosa y Oblitas

La siguiente tabla demuestra cómo el estratega brasileño en menos de dos meses encontró un equipo sólido que se clasificó brillantemente, o sea, de forma invicta. Evidentemente, “Tim” fue todo un especialista en conseguir hazañas deportivas con equipos considerados modestos.

Los jugadores en las Eliminatorias de la CONMEBOL

Bogotá ’81
Colombia 1x1 [Jul. 26]
Lima ’81
2x0 Colombia [Ago. 16]
Montevideo ’81
Uruguay 1x2 [Ago. 23]
Lima ’81
0x0 Uruguay [Sept. 6]
Quiroga
Quiroga
Quiroga
Quiroga
Duarte
Duarte
Duarte
Duarte
Díaz
Díaz
Díaz
Díaz
Chumpitaz ©
Chumpitaz ©
Chumpitaz ©
Chumpitaz ©
R. Rojas
R. Rojas
R. Rojas
R. Rojas
Velásquez (Olaechea)
Velásquez (Olaechea)
Velásquez ª
Velásquez
Cueto
Cueto
Cueto
Cueto
Uribe (La Rosa [ɕ])
Uribe [ɕp]
Uribe [ɕ]
Uribe
Barbadillo ª
Barbadillo [ɕ]
Barbadillo
Barbadillo
Cubillas
La Rosa
La Rosa [ɕ] (Olaechea)
La Rosa
Oblitas
Oblitas ª
Oblitas ª
Oblitas (Olaechea)

Leyenda:
(  )                 Sustitutos
[ɕ]                 Gol de jugada
p] Gol de Penalti
ª                     Asistencia
©                   Capitán

Nota: Las letras negritas enfatizan a 10 mundialistas de Argentina ’78 y las letras itálicas destacan los siete campeones de América ’75.

Una vez más Chumpitaz recibió el cariño de su afición

Actualmente, Uribe afirma que el Barcelona de “Pep” Guardiola jugaba exactamente igual que ese equipo peruano de 1981. Pero en aquella selección no había superestrellas y sí excelentes jugadores, algunos de ellos con mucho prestigio internacional. Sin dudas, el más querido de la afición era Chumpitaz, que tras la confirmación de la clasificación en Lima salió del terreno cargado en hombros como los grandes toreros después de una brillante faena. Un gran capitán como ese no podía tener una despedida mejor: caer en los brazos de la hinchada después de 17 años de servicio a la casaca nacional

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¡Arriba Perú, que Rusia te espera…! [Quinta Parte]


La salida deshonrosa de la Copa del Mundo Argentina 1978 fue un golpe muy duro para el fútbol peruano. Marcos Calderón nunca más dirigió la selección nacional en un torneo importante; pero siguió su vida como entrenador cosechando éxitos con clubes de primer nivel en el eje Lima – Callao. En resumen, campeonó con Sporting Cristal (1979 y 1980 sumando tres títulos); Sport Boys (1984 por segunda vez) y Universitario (1985 por cuarta ocasión) hasta sumar 10 entorchados nacionales (sin olvidar un galardón con Alianza Lima justo en el mismo año que alcanzó la gloria continental con la Bicolor). “El Chueco” se convirtió en el técnico más laureado del país por salir campeón con los tres grandes rivales y con la selección. Y, además, por hacer grande a “Los Rosados”. 


Marcos Calderón aupado por la plantilla "Celeste", bicampeona nacional (1979 y 1980)

En el extranjero, “El Oso” fracasó con el Barcelona de Ecuador (1978 y 1979) y con el Deportivo Táchira de Venezuela (1983), a los cuales no consiguió clasificar a la Copa Libertadores de América. Inclusive con el cuadro venezolano participó en dicho magno torneo sudamericano y no pasó de la primera fase, en la cual enfrentó a su ex equipo de Guayaquil. También tuvo una breve incursión en el fútbol mexicano como timonel de los Tigres UANL (1981) y no pasó de la primera ronda del torneo. En liga venezolana se jugó sólo una etapa a puntos corridos ganados en cada jornada por causa de la celebración de los Juegos Panamericanos '83. Tanto en Ecuador como en México – salvando los detalles de cada Schedule – se jugaban dos rondas y después una final: los ecuatorianos definían su Campeón en una Hexagonal de 10 juegos y los mexicanos disputaban una final de dos juegos con los ganadores de la Liguilla (segunda ronda de dos grupos). En aquella época (1978-1982) el Campeonato Descentralizado cambió de formato yendo de lo simple a lo complejo quizás para apimentar la competitividad futbolística en el Perú.

De aquel plantel mundialista hubo jugadores que nunca más vistieron la camisa de la franja transversal: Rodulfo Manzo, Alfredo Quesada y Juan José Muñante dijeron adiós en aquella noche aciaga de Rosario. Juan Cáceres también parece que se fue; pero su caso con la Blanquirroja es muy raro porque las informaciones sobre su paso por la selección son muy confusas: en algunas fuentes se afirma que nunca jugó ni un solo juego amistoso u oficial pese a ser convocado; y otras ofrecen datos muy controvertidos sobre la cantidad de partidos que jugó pues alegan que participó en uno o en 17.

Todo cambio de ciclo puede (o no) ser doloroso tanto para el que se va como para los que se quedan. A los cuatro nombres citados parecía que ya se les había acabado el ciclo en la Bicolor. Prefiero pensar que todo fue el resultado de la decisión técnica de los seleccionadores posteriores (sea de forma conveniente o definitiva). Además, era preciso promover nuevos valores, que se estaban destacando en el campeonato nacional. Ese era el criterio del nuevo Director Técnico, José Chiarella (50 años), que asumió su cargo en 1979.

El profesor Chiarella no era un técnico exitoso como Calderón ni mucho menos había tenido la oportunidad de comandar a los tres grandes clubes del Perú como su predecesor en el cargo. Pero Chiarella conocía el fútbol peruano y ya había trabajado con anterioridad en la Bicolor. En el proceso eliminatorio de 1973, Chiarella – en funciones de auxiliar y preparador físico – era miembro del cuerpo técnico liderado por el uruguayo Roberto Scarone, del cual también hacía parte el brasileño Claudio Coutinho (estratega de la Canarinha en Argentina ’78) en función de supervisor. Se comenta mucho de la influencia de Coutinho sobre Chiarella en dos grandes fundamentos que sustentan el trabajo en un equipo de fútbol: preparación física y la faena táctica planificada estratégicamente por medio de la pizarra. En el Mundial anterior los peruanos tuvieron problemas en el primer aspecto y eso acarreó fallas claras en la segunda cuestión por la falta de concentración en momentos claves e incluimos en esta ecuación la merma del estado anímico del colectivo.

José Chiarella dedicó su vida al fútbol

Mucho se ha dicho sobre la gestión de Chiarella como seleccionador nacional en el micro ciclo rumbo a la Copa América 1979; pero sólo comentaré las informaciones porque algunas me parecen incoherentes y otras las considero polémicas e, inclusive, ambas cosas al unísono. Sin embargo, no me pronunciaré sobre los rasgos de su carácter, ni tampoco de su participación en irregularidades con las certificaciones de nacimiento de jugadores de la selección juvenil, que también estaba bajo su responsabilidad, ni mucho menos acerca de su veta supersticiosa. Recuerden que su predecesor en el cargo no quería que ningún jugador peruano vistiese la casaca número 13 en la Copa Mundial y la FIFA no se lo aceptó. ¿Entonces, eso no es también un acto supersticioso o lo que algunos llaman de cábala? Por tanto, aquí van mis comentarios:

§  Se dio a entender que Chiarella estuvo a favor de una reforma radical ¡y eso es falso! Entre julio y octubre de 1979, o sea, un año después de la Copa del Mundo él dirigió siete partidos amistosos preparatorios para la Copa América. En ese período corto fue perfilando su once tipo, en primer lugar, a través del descarte de tres mundialistas: Ottorino Sartor (35 años) fue su portero inicial y lo alineó en los dos primeros partidos disputados en Lima, Hugo Sotil (30 años) fue alineado dos veces como titular (ambos no completaron el segundo partido) y Roberto Rojas (24 años) estuvo en tres juegos como inicialista y parece que tampoco convenció. En segundo lugar, decidió repescar a cinco jugadores que estuvieron antes en la Bicolor y no fueron convocados al Mundial ’78. Son los casos de Eusebio Acasuzo y Pedro Ruíz (ambos Campeones de América ’75), Salvador Salguero, Ernesto Neyra y el joven David Zuluaga (23 años). De ellos sólo Acasuzo se tornó indiscutible para el técnico; Salguero participó en tres juegos (dos como titular); Ruíz estuvo en el once inicial en los dos primeros topes y Zuluaga lo sustituyó en ambas ocasiones, además, este jugador de Universitario tuvo otras dos oportunidades como titular. Y, en tercer lugar, si llevamos en cuenta que cuatro jugadores se despidieron de la Bicolor en 1978, que otros tres fueron descartados durante los juegos amistosos de 1979 y que una terna ilustre nunca fue convocada (y eso lo comentaré más adelante), entonces puede inferirse que 12 de 15 mundialistas, con los que trabajó, estuvieron en el máximo torneo continental a nivel de selecciones nacionales, o sea, casi el 55% de los atletas comandados por Calderón jugó contra Chile. Evidentemente, Chiarella sabía que ese era el momento preciso de hacer una renovación necesaria y eso fue lo intentó; pero según algunos lo hizo a cualquier costo (perder la Semifinal a doble partido con Chile). El problema es que cuando las cosas salen mal aparecen los críticos de ocasión para hacer leña del árbol caído.

§  Dijeron que Chiarella descartó a los veteranos ¡y eso tampoco es toda la verdad! Él sabía que todavía podía confiar en Héctor Chumpitaz (35 años) como capitán y lo mantuvo en el equipo; también llamó a los mundialistas veteranos José Navarro (31 años) y Percy Rojas (30 años). Este último no jugó ni un solo partido amistoso. A Rubén Toribio Díaz (27 años) lo llamó a partir del quinto juego porque al parecer ya estaba disponible para jugar a alto nivel. Todos ellos pertenecían todavía al Sporting Cristal. Además, convocó a futbolistas experimentados como Ruíz (32 años), Acasuzo (29 años), Salguero y Gerardo Baigorria (ambos con 28 años) y Neyra (27 años). De todos ellos sólo Baigorria, defensor del club Coronel Bolognesi, aún no había debutado en la Blanquirroja. En el concepto de reforma del profesor Chiarella era fundamental sopesar el factor experiencia y parece que a sus críticos acérrimos eso ni les llamó la atención.

§  Apuntaron que Chiarella, salvo excepciones, descartó a quienes estaban jugando en el exterior ¡y eso es una verdad a medias! Por una parte, atletas ilustres “curtidos en mil batallas” como Juan Carlos Oblitas y Ramón Quiroga no fueron convocados por decisión técnica y ambos todavía defendían al Sporting Cristal. Con el prestigioso Teófilo Cubillas aconteció algo similar; aunque es verdad que él ya había sido fichado por los Strikers para jugar en Estados Unidos y allá se fue para agrandar su leyenda como crack. Por otra parte, tres futbolistas maduros – que ya habían completado los 27 años – como Guillermo La Rosa, César Cueto (nuevos jugadores del Atlético Nacional Medellín), y José Velásquez (contratado por el Independiente Medellín) jugaban en el fútbol colombiano y los consideraba piezas claves de su proyecto. Y a Sotil, que estaba con “El Patrón” en dicho equipo paisa, lo llamó a filas hasta que decidió no contar más con él. Además, Ernesto Labarthe (23 años) estaba jugando esa misma temporada en el Club Palestino de Chile y eso no impidió su participación en este micro proceso. En fin, Chiarella apostó fuerte en tres futbolistas que, en su opinión, estaban en su mejor momento como piezas de contención (Velásquez), creación (Cueto) y definición entre los tres palos (La Rosa). Ellos eran, junto a Chumpitaz y Acasuzo, la columna vertebral de la Blanquirroja de cara a la Copa América. Los críticos le reprocharon a Chiarella por no haber convocado a un jugador que él conocía muy bien porque lo entrenó en la preselección de cara a las eliminatorias de 1973, es decir, Gerónimo Barbadillo (25 años), crack de Tigres UANL en México y también Campeón de América. Por lo que hizo “Patrulla” con la selección dos años después y por los éxitos en su club considero que puedo “dar mi brazo a torcer” y concordar con esa crítica.

§  Aseveran que Chiarella quiso dar una oportunidad a los atletas que militaban en los clubes peruanos ¡y ahí tienen toda la razón! Las dos primeras alineaciones fueron montadas con jugadores del Campeonato Descentralizado porque no pudo contar con Velásquez, Cueto, La Rosa y Sotil, que ya estaban en Colombia. Y al mundialista grone Jaime Duarte (24 años) lo alineó en el segundo juego. Entonces, el profesor Chiarella organizó el primer once de la siguiente manera: Sartor (reciente fichaje del club Coronel Bolognesi) relevó a Quiroga; mantuvo dos marcadores de punta que jugaron el Mundial: Navarro (Sporting Cristal) y Rojitas (Alianza Lima); para ocupar el lugar que dejó Manzo en la zaga fue designado el aliancista Jorge Olaechea (23 años), que fungió como colega del “Celeste” Chumpitaz; Ruiz era “El Maestro” que movía los hilos de un buen Unión Huaral en la primera etapa del Descentralizado y Chiarella lo alineó para suplir a Cueto; El bisoño Julián Arturo Vargas fue colocado como volante central para sustituir a su referente grone “El Patrón”; Germán Leguía (25 años) se había adaptado a jugar en el mediocampo del Universitario con un buen rendimiento; pero nunca fue un recambio natural de Cubillas; y Roberto Mosquera (23 años) presentó su candidatura como sucesor de Muñante en la punta derecha. Para reemplazar a La Rosa y a Oblitas habían varios candidatos porque entre los jóvenes atacantes se destacaban: Freddy Ravello (24 años), que comandaba la ofensiva del Alianza Lima, el equipo más goleador de la primera fase de Descentralizado; la misma función realizaba Juan José Oré (25 años) – junto a Neyra – en el Universitario, que fue el líder de la primera etapa de dicho campeonato nacional; Abel Lobatón (22 años) y Víctor Hurtado (20 años) rompían redes a favor de un Sport Boys, que fue condenado a jugar la Liguilla de Descenso para mantenerse en la máxima categoría. El elegido de Chiarella para jugar de «9» fue Oré tal vez por haber liderado los goleadores a nivel nacional en 1978 y también en la Copa Libertadores ’79, en tanto que Hurtado ocupó el sector izquierdo. No obstante, Ravello y Lobatón también tuvieron oportunidades. Las siguientes tablas, que toman como punto de partida el line up básico de Calderón en Argentina, ofrecen detalles del trabajo realizado durante siete partidos amistosos en los cuales el cuerpo técnico de la Bicolor probó varios atletas pensando en el magno torneo continental y tal vez en la próxima Copa del Mundo si Chiarella hubiese sido ratificado en el cargo.

Los jugadores en la preparación para la Copa América

Argentina ’78 - CM
Lima ’79 – A#1
2x1 Ecuador [Jul. 11]
Lima ’79 – A#2
0x1 Colombia [Jul. 18]
Bogotá ’79 – A#3
Colombia 1x2 [Jul. 25]
Quiroga
Sartor
Sartor (Herrera*)
[+] Acasuzo
Duarte
Navarro
[§] Duarte (Gastulo*)
Duarte
Manzo
Olaechea*
Olaechea
Olaechea
Chumpitaz
Chumpitaz
Chumpitaz (Vargas)
[+] Salguero
Díaz
Rojas
Rojas
Rojas
Velásquez
Vargas*
[+] Baigorria
[§] Velásquez
Cueto
Ruíz (Zuluaga)
Ruíz (Zuluaga)
[§] Cueto
Cubillas
Leguía (Baigorria*)
Leguía
Leguía
Muñante
Mosquera (Lobatón*)
Mosquera
[+] Sotil
La Rosa
Oré* (Neyra)
Oré
[§] La Rosa
Oblitas
Hurtado*
[+] Ravello* (Hurtado)
Ravello

Quito ’79 – A#4
Ecuador 2x1 [Ago. 8]
Lima ’79 – A#5
2x0 Uruguay [Ago. 30]
Glasgow ’79 – A#6
Escocia 1x1 [Sept. 12]
Lima ’79 – A#7
2x3 Paraguay [Oct. 10]
Acasuzo
Acasuzo
Acasuzo
Acasuzo
Duarte
Duarte
[=] Gastulo
Gastulo
Olaechea
[+] Aguilar*
[+] Olaechea
[+] Salguero
[§] Chumpitaz
[§] Díaz (Malásquez*)
[§] Chumpitaz
Chumpitaz
Rojas
[+] Gastulo
Díaz
Díaz
Velásquez
[+] Vargas (Salguero)
[§] Velásquez
[+] Aguilar (Malásquez)
Cueto
[+] Labarthe (Hurtado)
[§] Cueto
[+] Gorriti
Leguía
Leguía
Leguía
[=] Labarthe (Ravello)
Sotil (Oré)
[+] Zuluaga
[=] Labarthe (Ravello)
[+] Uribe*
La Rosa (Lobatón)
[+] Oré (Lobatón)
[§] La Rosa
[+] Lobatón
Ravello
[+] Mosquera
[=] Mosquera
[+] Zuluaga

Leyenda:
CM      Copa Mundial
A#       Amistoso número
*          Debutantes
[§]        Mundialistas titularísimos
[=]        Permanencia en la alineación titular
[+]        Cambio en la alineación titular respecto al Match anterior
(  )        Sustitutos
_          Goleador(es)

Nota: Las letras negritas destacan a los 13 mundialistas que fueron convocados para la Copa América ’79.

Los jugadores en la Copa América y en otro partido amistoso

Argentina ’78 – CM
Lima ’79 – CA
1x2 Chile [Oct. 17]
Santiago ’79 – CA
Chile 0x0 [Oct. 24]
Monterrey ’79 – A#8
México 1x0 [Nov. 1]
Quiroga
[–] Acasuzo
Acasuzo
Acasuzo
Duarte
Duarte
[+] Navarro
     Navarro
Manzo
[–] Olaechea
Olaechea
Olaechea
Chumpitaz
Chumpitaz
Chumpitaz
Chumpitaz
Díaz
Díaz
Díaz
Díaz
Velásquez
Velásquez
Velásquez
[+] Salguero
Cueto
Cueto
Cueto (P. Rojas)
[+] Gorriti
Cubillas
[–] Leguía
Leguía (Gorriti)
Leguía
Muñante
[–] Mosquera
Mosquera
Mosquera
La Rosa
La Rosa
La Rosa
[+] Uribe (Drago*)
Oblitas
[–] Ravello (Labarthe)
Ravello
Ravello

Leyenda:
CM               Copa Mundial
CA                 Copa América
[–]                 Relevo “generacional”
[+]                 Cambio en la alineación titular respecto al Match anterior
(  )                  Sustitutos
A#                 Amistoso número
*                    Debutante
_                    Goleador

Nota: Las letras negritas destacan a los 12 mundialistas que fueron convocados para la Copa América ’79.

§  La lista definitiva parece no haber sorprendido a muchos porque Chiarella dejó muy claro sus planes en la selección y tal vez algunos esperaban un fracaso ¡y, a la larga, los resultados les dieron la razón; aunque hubo momentos de ilusión! Cuando se valoriza el trabajo de los participantes del campeonato nacional, sobre todo a los protagonistas, se da un paso de avance en cualquier proceso de renovación. Ya comenté sobre los jugadores de mayor experiencia nacional e internacional. Ahora es justo apuntar que a fines de la década de 1970 estaban despuntando varios jóvenes cracks en el Campeonato Descentralizado: Julio César Uribe (21 años) era una de las perlas en la sala de máquinas del Sporting Cristal y, en la misma demarcación, el Deportivo Municipal tenía a los volantes Eduardo Malásquez (22 años) y a Jaime Drago (20 años) junto al mundialista Raúl Gorriti (22 años) recién fichado por el “Muni”; en el sector defensivo Hugo Gastulo (21 años) y Eduardo Aguilar rendían en el Universitario y Darío Herrera (20 años) tapaba para el Sport Boys. A tales bisoños, el profesor Chiarella los hizo debutar en la Bicolor. En definitiva, 13 caras nuevas aparecieron en 1979 como muestran ambas tablas. Sin embargo, en la segunda tabla puede observarse la lista definitiva de 15 hombres convocados para la Copa América con 12 mundialistas, dos nuevas caras y un arquero veterano (todavía no tengo el dato del portero suplente). Es decir, a la hora cero el seleccionador llamó a los más fogueados: la portería no era un problema; la defensa estaba bien; en el medio sector habían jugadores de calidad, pero necesitaba un mayor poder creativo en la elaboración porque aún no había un sustituto para Cubillas; y, a pesar del buen rendimiento de Mosquera, la delantera parecía ser el punto más débil. Por ejemplo, La Rosa no vio puerta en cinco partidos; Ravello se ganó el puesto y no rindió ante los chilenos. Entonces, Chiarella asumió el costo de no convocar a jugadores con mayor poder ofensivo: Oré fue fichado por el Panathinaikos de Grecia antes de la Copa América y, tal vez, eso fue un factor para no ser citado; Neyra, goleador en el Universitario, sólo tuvo unos pocos minutos entrando de relevo en el primer partido y después nunca más fue tenido en cuenta por el seleccionador nacional; y de José Leyva (25 años), artillero del Alfonso Ugarte, nadie se acordó en 1979. Además, pienso que Uribe, Lobatón y Hurtado aún estaban muy verdes para comandar el ataque de la Bicolor durante un torneo de alta exigencia

Alineación ante Paraguay en Lima una semama antes de la Copa América:  Chumpitaz, Zuluaga, Salgueiro, Uribe, Gastulo, Lobatón, Aguilar, Labarthe, Gorriti, Díaz y Acasuzo

Perú llegó a la Copa América como sembrado en la Semifinal por su condición de campeón continental. Su rival sería el mejor del Grupo A, que estaba integrado por Chile, Colombia y Venezuela. Todavía se jugaba sin sede fija y por el sistema de partidos de ida y vuelta. Los chilenos llegaron a semifinales porque nadie les venció en Santiago: una goleada a los venezolanos y un triunfo bien trabajado ante los colombianos fue suficiente para intimidar a Perú. En Lima la figura que marcó las diferencias fue el experimentado atacante Carlos Caszely (29 años); y en Santiago brilló el guardameta Mario Osbén (24 años). Es decir, la agresividad como visitante y la contención en casa inclinaron la balanza a favor de “La Roja Austral”. En la segunda tabla puede apreciarse que Chiarella puso a jugar lo mejor que tenía bajo su mando; pero el rendimiento de los futbolistas estuvo por debajo de los esperado sobre todo en Santiago. Allí la mayor decepción fue Percy Rojas, que fue expulsado cuando aún quedaba mucho partido por jugar.

Roberto Mosquera era uno de los cracks del Cristal

En síntesis, el profesor Chiarella trabajó con 33 atletas en ocho partidos amistosos y dos juegos oficiales con un balance de tres victorias, dos empates y cinco derrotas. En Lima, la Bicolor venció dos veces y perdió en tres ocasiones. En el exterior obtuvo una victoria, dos empates e igual cantidad de descalabros. La ofensiva hizo 11 goles y la defensa recibió 12 anotaciones. Los principales artilleros fueron Mosquera (3) y Leguía (2). Por tanto, este micro ciclo 1979 fue un fracaso. Y, a pesar del tercer lugar compartido con el Brasil – de su amigo Coutinho – en la Copa América, Chiarella fue sustituido por Juan José Tan, que trabajó con él en el micro ciclo 1972 – 1973 comandado por Scarone. En fin, “¡Los viejos rockeros nunca mueren!”

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¡Arriba Perú, que Rusia te espera…! [Cuarta Parte]

En Argentina ’78, Perú fue de lo sublime en la Primera Ronda (dos victorias y un empate) a lo ridículo en la Segunda Ronda (tres derrotas y sin ver portería). Chumpitaz, “El Nene” Cubillas y “El Cholo” Sotil eran los únicos “sobrevivientes” ilustres de México ’70 y también ayudaron a su equipo a conquistar el segundo título continental en 1975.

Alineación básica: Quiroga, Oblitas, La Rosa, Velásquez, Manzo, 
Cubillas, Díaz, Cueto, Duarte, Muñante y Chumpitaz 

Como ocho años atrás, Perú salió perdiendo el juego inaugural ante otro equipo europeo en el primer cuarto de hora. Escocia tenía un buen conjunto y recordemos que estuvo presente en las Copas del Mundo de forma consecutiva desde 1974 hasta 1990, lo cual dice bastante de su calidad como selección nacional en un contexto europeo competitivo (por ejemplo, dejó sin este Mundial a Checoslovaquia, flamante campeona europea de 1976). Pero los monarcas de América levantaron su nivel hasta que empataron al filo del descanso. Los escoceses pudieron inclinar la balanza a su favor con una pena máxima en el segundo parcial, mas allí estaba “El Loco” Quiroga para tapar un remate peligroso y mantener las tablas (además, él se resarció de su error que costó la anotación escocesa). Entonces, Calderón hizo un cambio táctico para ayudar a mejorar la calidad del ataque peruano: Sotil por La Rosa, o sea, más movilidad y desmarque en la vanguardia; y menos hombre fuerte de referencia en el área para fijar a los centrales. No obstante, Perú seguía jugando al ritmo “grone” en la medular con la potencia de “El Patrón” Velásquez, la magia de Cueto y el acierto rematador de Cubillas, que como en México ’70 volvió a ser decisivo en la Fase de Grupos. En resumen, de menos a más ante Escocia; simplemente bien contra Holanda sin alterar el score y mucho mejor contra el debutante Irán, que en los primeros 40 minutos del partido había sido masacrado.

En la Segunda Ronda, Perú comenzó una cuesta abajo en su rendimiento. En 30 minutos Brasil tenía el juego “en el bolsillo”. Con “la soga al cuello”, Calderón “quemó las naves” al inicio del segundo tiempo sentando a Oblitas para colocar a Percy Rojas, o sea, sacrificó un extremo y trajo a un delantero para acompañar a La Rosa. Pero no se salvó de la goleada. Días después asomaba Polonia, otro equipo europeo que participó en varios Mundiales seguidos en el lapso 1974-1986 y cuya calidad no se discutía (en las eliminatorias para esta Copa su víctima fue Portugal). El partido fue de bajo nivel, pero estuvo equilibrado y en tardes de poco fútbol como esa ya sabemos que un error siempre cuesta caro: eso fue lo que sucedió cuando Navarro – jugando de lateral a perfil cambiado – perdió la bola ante la presión del estelar Grzegorz Lato y… ¡ya ustedes saben! Calderón hizo lo mismo que en el juego anterior mandando a ingresar a P. Rojas por el “Jet” Muñante en la arrancada del segundo parcial; pero después del zarpazo polaco demoró una eternidad para traer a Sotil por La Rosa. Detalle: esa modificación la hizo en los tres juegos de la Primera Ronda casi siempre entre los minutos 60 y 62 (en cierto sentido gravitó en el juego contra los escoceses). Perú estaba sin opciones y en la esquina le esperaba Argentina “con el cuchillo entre los dientes”. ¡Lo peor estaba por llegar!

Hasta hoy se dicen muchas cosas sobre aquel partido nocturno en Rosario. Por mi parte voy a comentar siete temas que me parecen interesantes para la polémica:

1.    Algunos niegan que la FIFA favoreció a Argentina en la Segunda Ronda respecto a los horarios de cada juego. El 12 de junio de 1978 el periódico español El Mundo Deportivo publicó la parte del Schedule correspondiente a esa fase decisiva del torneo, en la cual queda claro, después de ver lo que sucedió en la práctica, que hubo un doble racero para hacer valer la condición local de la selección albiceleste. Ese calendario indica que en el Grupo A los dos partidos de cada tarde acontecerían en el mismo horario y así mismo fue: Italia, fue la mejor selección de la Primera Ronda dominando la llave 1 donde estaba Argentina, y se quedó jugando en Buenos Aires; pero Holanda lo hizo mejor y se sembró en la Finalísima relegando a la «Squadra Azzurra» a disputar la final de consolación. En el caso del Grupo B es posible percibir que dicho calendario publicado en España indica que Polonia, el mejor equipo de la Llave 2, permanecería jugando en Rosario. Eso parece no haberle gustado nada al Comité Organizador porque Argentina jugaría el primer día en Rosario ante los polacos y las otras dos veces lo haría en Mendoza. Entonces, vino el “libretazo” pues la Albiceleste obtuvo dos garantías: hizo de Rosario – la casa natal de su técnico izquierdista César Luis Menotti – su fortín contando con el aliento de una hinchada acostumbrada a las grandes competencias nacionales e internacionales; y, además, siempre jugó en horario nocturno tal como en la Primera Ronda en Buenos Aires. Por último, y no menos relevante, el calendario sólo estimaba que el partido Perú vs Brasil coincidiese en horario con los otros dos juegos del Grupo A y el tope entre polacos y argentinos cerraría esa jornada inicial de partidos de “matar o morir”. Después estaba planificado que cada grupo usaría un horario único – de una forma intercalada – en las dos fechas siguientes, o sea, el principio de la simultaneidad sería aplicado para no dar ventajas a ninguna selección nacional. Pero en la práctica todo se cumplió en el Grupo A y en el Grupo B se hicieron las cosas para no perjudicar a los anfitriones y hacerlos sentir en casa.



2.  Se comenta mucho sobre la influencia de otros asuntos de carácter extradeportivo que rondaron ese partido. Por ejemplo, la visita del dictador Jorge Videla – acompañado de Henri Kissinger y otras personas de alto nivel – al camerino de los peruanos ha sido interpretada como un elemento de presión psicológica porque invadió la privacidad de un equipo que estaba a punto de saltar a la cancha. Algunos jugadores peruanos ni le hicieron caso y continuaron en lo suyo. Ni todos dicen acordarse de esa inesperada visita. Oblitas, Leguía, Quiroga, Chumpitaz, Velásquez y Mosquera se recuerdan de ese episodio. Hay fotografías que muestran un recibimiento cordial al mandatario argentino. Sin embargo, sería interesante analizar también el efecto Videla en la Albiceleste porque es la otra cara de la moneda. Días antes del partido inaugural, el equipo anfitrión sufrió innumerables presiones del gobierno (y de la prensa) para que saliesen campeones y limpiasen la pésima imagen de Argentina ante el mundo. Esa fue una razón de peso para que Menotti prescindiese del juvenil Diego Armando Maradona en el último corte.

Videla fue al camerino a "desearle suerte" a los jugadores peruanos


Videla y el capitán Daniel Passarella antes de rodar la pelota oficial "Tango"

3.  Muchos todavía se quejan de la alineación que Calderón presentó en ese partido. Los invito a observar la siguiente tabla en la cual queda demostrado que saltaron a la cancha rosarina nueve de los titulares inamovibles del estratega peruano. ¿Quiénes faltaban? La Rosa era otro titularísimo y por decisión técnica se quedó en las gradas. Eso puede ser un punto de discusión porque nadie habla de alguna lesión sufrida por el atacante “grone”. “Panadero” Díaz se lesionó muy temprano ante Brasil y esa tarde lo suplió Navarro, que después fue de la partida ante los polacos; pero es obvio que fue señalado por su error en ese Match y como castigo lo dejaron en las gradas. ¡Sin comentarios! Quesada jugó frente a los polacos sustituyendo al sancionado “Patrón” Velásquez (que acumuló dos tarjetas amarillas) y convenció a su entrenador para mantenerse en el line up a pesar de la vuelta del centrocampista aliancista. ¡Aquí tengo muy poco que discutir! En la plaza vacante de lateral zurdo – el rompecabezas del técnico – fue alineado el joven Roberto Rojas, que debió sustituir a un titularísimo lesionado y a un veterano suplente tachado de errático por su técnico. En este caso tampoco se puede decir mucho; sin embargo, reconozcamos que “Rojitas” era el verdadero suplente de Díaz. Calderón no lo pudo utilizar ante la Canarinha porque estaba en las gradas y tuvo que apelar a la experiencia de Navarro, un marcador de punta que jugó a pierna cambiada. Como esa apuesta salió mal, entonces “Cucurucho” fue considerado el único marcador de punta disponible, según la lógica de Calderón. Entonces, cabe preguntarle a los críticos ¿a quién pondrían? Otro elemento esencial es que en aquella época cada técnico debía dar a conocer una lista de once titulares y sólo cinco suplentes, que fue planificada más o menos así para el último partido: un arquero (Ottorino Sartor), un zaguero (Germán Leguia), un volante (Raúl Gorriti) y dos atacantes (Percy Rojas y Roberto Mosquera). Detalle: Leguia y P. Rojas habían tenido algunos minutos pues el primero salió una vez supliendo a Manzo ante Irán; y el segundo entró tres veces: frente Escocia con el juego ganado y como revulsivo para encarar a Brasil y Polonia; el veterano Sartor (32 años, Iquitos) sabía que no jugaría el Mundial y tenía la conciencia tranquila; en tanto que los jóvenes Gorriti y Mosquera nunca habían pisado las canchas argentinas. Y parece – o tal vez no – que Calderón quiso “premiar” a Mosquera con esa convocatoria porque era su cumpleaños; pero no lo hizo debutar. Además, la decisión de contar con Mosquera significó que Sotil (otra decisión que generó críticas) le hiciese compañía en las gradas a La Rosa, Navarro, al tercer portero Juan José “Papelito” Cáceres y al volante Ernesto Labarthe. Estos dos últimos tampoco jugaron.

La gestión mundialista de Calderón
E
Jugadores
T
S
I
MJ
TA
Rendimiento general
1
Quiroga
6


540
1
Varias salvadas en todos los partidos; un penalti atajado vs Escocia y cometió error que costó una anotación en el juego inaugural
2
Duarte
6


540

Bien en su demarcación pese a sufrir con la fuerza de los rivales en la Segunda Ronda
3
Chumpitaz
6


540

Liderazgo en la zaga; pero tuvo algunos problemas en la marca y anticipación a jugadas. Por ejemplo, le hizo penalti a un escocés
4
Cubillas
6


540

Cinco goles (2 P y TL); una asistencia vs Escocia. Líder de la ofensiva. Pero en la Segunda Ronda se le acabó el gas y el equipo quedó en evidencia
5
Cueto
6
1

532

Gol y asistencia vs Escocia. Todo un Maestro en la medular. Pero cayó de producción en la Segunda Ronda
6
Manzo
6
1

517
1
De más a menos hasta el punto de pactar con el caos en el adiós
7
Oblitas
6
1

495

Provocó faltas que terminaron en goles vs Escocia (TL) e Irán (P). Pero no estuvo nada fino en el remate y quedó debiendo al equipo
8
Muñante
6
1

495
1
Dos asistencias vs Irán. Velocidad, regates, desborde, amagos. En fin, harto desequilibrante; pero nada de hacer goles
9
Velásquez
5
1

411
3
Gol vs Irán. La potencia en la medular, buen toque y llegada; aunque siempre jugó al filo de la navaja. Fue totalmente irrelevante en la Segunda Ronda
10
La Rosa
5
4

348

Mucha brega arriba y ningún acierto en el remate
11
Díaz
4
1

281

Muy bien en su banda hasta que se lesionó. Una pérdida dolorosa
12
Quesada
2


180
1
Su esfuerzo en la medular no fue suficiente
13
Navarro
1

1
169

Actuación discreta coronada con un error grosero vs Polonia
14
R. Rojas
1


90

Actuación muy floja en la despedida como todo el equipo
15
Sotil


4
102

Justificó su suplencia: ofensivamente inoperante
16
P. Rojas


3
98

Justificó su suplencia: ineficaz en ataque
17
Gorriti


1
39

Quedó señalado por un error infantil en la despedida
18
Leguia


1
23

Muy poco aprovechado por su técnico

Leyenda:
E             Escalafón
T             Titular
S             Salió
I              Ingresó
MJ          Minutos Jugados
TA          Tarjetas amarillas

4      La situación del vestuario siempre es un punto relevante durante cualquier torneo. Por ejemplo, “Chupete” Quiroga afirmó que el equipo estaba dividido entre los blancos del Sporting Cristal y los negros del Alianza Lima. No consigo saber hasta qué punto eso es cierto porque solamente conozco este testimonio; pero la tabla que sigue puede ayudarnos a analizar un poco la ecología de aquel grupo humano y pensar en la gestión de egos que precisó administrar Calderón con el apoyo de su cuerpo técnico. El capitán Chumpitaz era el más longevo, experimentado y un líder natural. Él era el único sobreviviente de aquel proceso eliminatorio de 1965. Pero había otro jugador bastante influyente en el colectivo y tal vez más que Chumpitaz. Me refiero a Cubillas. Si creemos en el dicharacho “niño que no llora no mama”, entonces puede decirse que “El Nene” se ajustó muy bien a tal frase del argot popular de Nuestra América. Quiroga afirmó que Cubillas manejaba a los “grone” en la Bicolor y algunos afirman que Calderón era muy receptivo a las opiniones de su estrella sobre el funcionamiento del equipo. Chumpitaz y Cubillas gozaban de toda la confianza de su técnico, que los veía como dos líderes positivos por el buen currículo dentro de la Bicolor y el rendimiento en los clubes peruanos y extranjeros. Otro aspecto que tal vez podría crear un buen ambiente en el vestuario es que siete jugadores cumplieron años durante el torneo. No sé si la tradición peruana de aquella época en selecciones nacionales propiciaba esa dinámica camaraderil denominada «cumpleaños colectivo», que agasajaría a esos atletas que nacieron bajo el signo zodiacal «Géminis»: Labarthe (jun. 2); Velásquez (jun. 4); Manzo (jun. 5); La Rosa (jun. 6); Muñante (jun. 12); Cueto (jun. 16) y Mosquera (jun. 21). Este último fue el único que conmemoró su natalicio un día de juego y ¡no hace falta decir cómo lo pasó! Mediante esa tabla también es posible advertir las generaciones que componían ese plantel, que es otra cuestión a tener siempre en cuenta. El nivel de confianza del técnico es una lectura mía que intenta llevar en consideración el uso que hizo “El Oso” de cada jugador durante el torneo.

Mapa de factores para la gestión de egos en un grupo humano
Jugadores
Edad
Raza
Clubes
CA
M
FE
EPE
NCT
Chumpitaz
34
Mestizo
Sporting Cristal
X
X
4
México
[A]
P. Rojas
28
Blanco
Sporting Cristal
X

3
Argentina
[B]
Oblitas
27
Blanco
Sporting Cristal
X

2
España y México
[A]
Quesada
28
Blanco
Sporting Cristal
X

2

[B]
Navarro
29
Negro
Sporting Cristal
X

2

[B]
Díaz
26
Mestizo
Sporting Cristal
X

1

[A]
Quiroga
27
Blanco
Sporting Cristal


1
Argentina
(dos clubes)
[A]
Gorriti
21
Blanco
Sporting Cristal




[D]
Mosquera
22*
Negro
Sporting Cristal




[D]
Cubillas
29
Negro
Alianza Lima
X
X
3
Suiza y Portugal
[A]
Sotil
29
Mestizo
Alianza Lima
X
X
2
España
[B]
Velásquez
26*
Negro
Alianza Lima
X

2

[A]
Duarte
23
Mestizo
Alianza Lima


1

[A]
Cueto
26*
Mestizo
Alianza Lima
X



[A]
La Rosa
26*
Negro
Alianza Lima




[B]
R. Rojas
22
Negro
Alianza Lima




[D]
Cáceres
28
Mestizo
Alianza Lima




[D]
Sartor
32
Blanco
CNI Iquitos
X

1

[A]
Muñante
30*
Negro
Pumas UNAM, México


2
México
(dos clubes)
[A]
Manzo
29*
Negro
Deportivo Municipal


1

[A]
Leguía
24
Blanco
Universitario




[B]
Labarthe
22*
Blanco
Sport Boys




[D]

Leyenda:
CA          Campeones de América ’75
M            Mundialistas de México ’70
CA          Campeones de América ’75
Leyenda:
FE           Fases Eliminatorias 1965-1977: cuatro veces
EPE        Experiencias Profesionales en el Exterior: cantidad de clubes y países
NCT       Nivel de Confianza del Técnico: [A] Absoluto; [B] Bueno; [D] Debutante
*             Cumplieron esa edad durante el torneo

5    Los análisis del trámite del partido intensifican las críticas en las actitudes sospechosas e intentan esconder algunas verdades importantes. Primero: “El Chueco” planteó el juego táctico de juntar las líneas para contener al rival y sorprenderlo al contragolpe. Tal vez esto explique el porqué de haber mandado a La Rosa y a Sotil a las gradas y dejar en el banco a Percy Rojas. En el inicio el partido estuvo muy trabado en la media cancha con varias imprecisiones de ambos onces. Perú empezó a sentirse cómodo y hasta creó oportunidades. El primer “aviso” fue un chute de larga distancia de Cueto que no fue a puerta. En un contraataque Quesada mandó un balón en profundidad para Muñante, que desbordó por la derecha dejando atrás a Tarantini por velocidad y a Passarella que no lo pudo parar, Fillol le achica el primer palo, pero “La Cobra” chutó cruzado y la pelota se estrelló en el segundo palo. En ese frenesí ofensivo, Oblitas recibe un pase largo de Cueto, supera por velocidad a su marcador Olguín, opta por definir cruzado al segundo palo sin percatarse de la llegada al área de Cubillas totalmente libre de marca. Y después hubo un remate desviado de Oblitas a pase de Cubillas. Segundo: la Bicolor trabajó los primeros 20 minutos con seriedad, disciplina táctica y buen manejo del balón. Es verdad que acusó el gol de Kempes (min. 21), resultante de una pared tirada con Larrosa, que creó la escena para los remates al palo de Luque (min. 24) y Ortiz (min. 29) y el tanto de Tarantini (min. 43), que desvió al arco un tiro de esquina ejecutado por Bertoni. Ambas anotaciones están precedidas de jugadas a balón parado debido a faltas cometidas por el sistema defensivo peruano. En tales jugadas letales Manzo estuvo apático: en el 1x0 ni siquiera bloqueó a Kempes que lo encaró con pelota dominada e inexplicablemente se tiró al suelo facilitándole el camino al “Matador”; y en el 2x0 no fijó la marca sobre el “conejo” Tarantini, que cerca del manchón penal cabeceó a placer; y para empeorar el zaguero peruano dio un salto intrascendente porque no estuvo en la dirección de despejar el balón ni tampoco servía para bloquear al rematador. En el tiempo complementario Velásquez recibió un balón de Oblitas y ensayó un disparo de larga distancia que se fue por encima del travesaño. Otra vez “avisaba” Perú. En poco tiempo “El Patrón” fue amonestado luego de cometer dos faltas consecutivas a Bertoni en el mediocampo. Y al tercer foul suyo contra el mismo jugador, esta vez más cerca del área, llegó el tercer gol de la noche. Olguín ejecuta un tiro libre indirecto al corazón del área, Kempes recibió la pelota y la bajó con su pecho a Bertoni, que se la devolvió redonda y el Matador – desmarcado – fusiló a Quiroga. Tercero: en esa jugada que propició el 3x0, el sistema defensivo peruano estaba marcando en zona como siempre hizo durante todo el campeonato. Esto fue muy bien aprovechado por los argentinos para sorprender al rival: la precisión de Olguín (cuya pelota no pudo cortar Chumpitaz), la chispa de Kempes para acelerar la jugada sabiendo que la marca se le venía encima y el criterio del desmarcado Bertoni para entender la necesidad de tirar una pared que dejó libre de marca al goleador valencianista. Por tanto, ese tercer gol fue el resultado del talento colectivo y no del presunto error cometido por un solo defensor, o sea, Manzo – el señalado de la noche – puede ser absuelto en esta jugada magistral. En ese lance Manzo quiso hacerlo todo: encimar a Kempes en el momento de la recepción del esférico; y cuando vio que “El Matador” soltó el balón, entonces intentó a la desesperada y sin éxito interponerse en la línea de pase de Bertoni. Pero como ya dije esa jugada fue muy rápida y Kempes (min. 49) remató entre cinco defensores peruanos. ¡Y ahora bien! ¿Por qué hablan injustamente de un salto intrascendente de Manzo y nadie dice que Chumpitaz, Velásquez, Quesada y Duarte fueron meros espectadores del talento argentino? Cuarto: en el segundo tiempo, la Albiceleste trenzó buenas jugadas colectivas para apuntalar la goleada y tuvo más la pelota en cancha ofensiva. Hablando de los goles observemos que en el 4x0 Larrosa centra desde la banda izquierda, Passarella saltó más que “Rojitas” para cabecear al medio y ahí estaba Luque (min. 50) para empujarla con su testa en modo “palomita”; en el 5x0 Ortiz recibió el balón de Kempes, entra al área “como yo por mi casa” (Manzo no pudo pararlo) y cruza para que Houseman (min. 67) la empuje casi cayéndose luego de anticiparse a “Rojitas”. La jugada fue tan rápida que Chumpitaz ni se molestó en tapar el centro de Ortiz. Y en el 6x0 funcionó la fe de Ortiz para cazar un error de Gorriti, que no consiguió retener el balón y lo dejó prácticamente servido para el punta izquierda albiceleste que se lo llevó y rápido conectó con Luque (min. 72), que remató fuerte ante la tentativa de cierre de “Rojitas”. En fin, Argentina le pasó el rodillo a Perú. Quinto: el once peruano llegó a su punto más bajo del tono físico como colectivo. Entre los días 3 y 21 de junio de 1978 ellos jugaron seis partidos de máxima exigencia y cuando no se está bien preparado físicamente lo normal es que el grupo naufrague ante equipos con mayor presencia física y más oficio futbolístico. Menotti siempre ha dicho que los peruanos estaban debilitados y con menos fuerza para seguir el ritmo de los argentinos y eso se fue viendo según transcurrió el tiempo. Después de los primeros 20 minutos (y sobre todo en el tiempo complementario), Muñante y Oblitas fueron perdiendo velocidad por las bandas y la defensa rival consiguió controlarlos mejor con anticipación y a leñazos también; Cubillas no era el mismo de la Primera Ronda y, como la fatiga lo dominó, apareció muy poco en todo el juego; Cueto no podía más y aun así nunca se escondió pues la pelota seguía pasando por él; Chumpitaz era el más veterano y también lo pasó mal con las incursiones de los atacantes rivales, que dejaron en evidencia su agotamiento; Velásquez parecía mantener su tono potente y “El Chueco” lo sustituyó para no jugar con diez hasta el pitazo final. Tal vez esa noche lucían menos extenuados los experimentados Quesada y Manzo así como los jovencitos Duarte, “Rojitas” y Gorriti (el sustituto de “El Patrón”) y el más fresco era, sin dudas, “Chupete” Quiroga. A eso se suma el factor moral de no aspirar a nada y encima salir goleados con mucho partido por jugar.

6   Las declaraciones polémicas post-partido y post-Copa ’78 reflejadas en la literatura están presas entre evidencias, suspicacias, certidumbres, incertezas y acusaciones que alimentan distintas subjetividades perversas o no. Ese es el ejemplo de los libros How they stole the game, del inglés David Anthony Yallop (1999) y El hijo del “Ajedrecista” 2, del colombiano Fernando Rodríguez Mondragón (2008), que en sentido general intentan explicar algunas presuntas manifestaciones sórdidas que están detrás de ese partido: un acuerdo entre gobiernos dictatoriales (Jorge Videla y Francisco Morales Bermúdez) al amparo de la Operación Cóndor; la supuesta mediación de narcotraficantes colombianos del Cartel de Cali entre ambos gobiernos incluyendo la Federación Peruana de Fútbol (FPF); el hipotético ofrecimiento de jugosas sumas de dinero proveniente de los narcos a jugadores y técnicos peruanos por dejarse golear; los actos de corrupción de la FIFA. El argentino Ricardo Gotta (2008), en su libro Fuimos campeones: la Dictadura, el Mundial 78 y el misterio del 6 a 0 a Perú, también cree que hubo arreglo y explica sus opiniones apelando a razones futbolísticas que percibió analizando fríamente ese Match. En fin, se habla de un partido amañado, arreglado, trapichado para Argentina llegar a la final; pero muy pocos dicen que Brasil también quiso ofrecer un “premio gordo” para que la Bicolor perdiese por menos de cuatro goles. Leguía dijo que fue el interlocutor de esa oferta y al comunicarla al colectivo fue fustigado por sus compañeros. Como yo conozco a mi gente tengo una pregunta que no quiero callar: ¿hasta qué punto João Havelange – a la sazón Presidente de la FIFA y excelso negociante – estaba enterado (o no) de tales componendas? Por otra parte, existe el libro del también argentino Pablo Llonto (2005) titulado La vergüenza de todos (el dedo en la llaga del Mundial 78), que ofrece otra versión contraria al arreglo de ese partido y afirma categóricamente que durante la Copa celebrada en junio de 1978 acontecieron cosas mucho más graves que costaron vidas humanas.

7      Las incontinencias verbales de los peruanos son punto y aparte porque aún les duele lo vivido en la famosa “Caldera del diablo” de Rosario. “El Patrón” Velásquez un día dijo que ponía las manos en el fuego por sus compañeros y a pocos meses del Mundial de Rusia 2018 acusó a seis de ellos de venderse y que él fue sustituido cuando los argentinos ya ganaban 2x0. Por una parte, sólo citó a Manzo, Gorriti, Muñante y Quiroga guardándose dos nombres supuestamente para no estropear la carrera de ellos. Y también inculpó al estratega Calderón (fallecido en 1987 en el accidente aéreo del Alianza Lima). Aclaro los hechos: Manzo jugó muy mal; Gorriti (fallecido en 2015) cometió una pifia de colegial con el juego decidido a favor de la Albiceleste y nada más; Muñante fue desapareciendo del partido hasta tornarse una sombra y Quiroga no tuvo responsabilidad en los seis goles que encajó, inclusive su defensa lo dejó vendido sobre todo en el doblete de Kempes y en el segundo gol de Luque, que cerró el score. Y, por otra parte, “El Oso” Calderón lo sustituyó cuando el partido estaba 4x0 porque había sido amonestado y de la forma que estaba jugando esa noche podría acabar expulsado. “El LocoQuiroga desmintió las palabras de Velásquez. Pero cuando ha dado entrevistas dijo que Perú llegó a ese juego con muchos lesionados. Me pregunto ¿dónde está el parte médico como prueba de esa afirmación? Nunca se habló de jugadores lesionados a no ser “El Panadero” Díaz, que sólo duró 11 minutos frente a Brasil. “La Cobra” Muñante también le contestó a su excompañero de selección nacional destacando la jugada que casi acaba en gol al filo del décimo minuto y afirmó que él fue el mejor peruano en ese partido (después de esa polémica falleció el año pasado víctima de cáncer). En fin, “JJ” Muñante era muy desequilibrante por la banda derecha y asistía con solvencia a sus colegas, precisamente una asistencia suya fue bien aprovechada por Velásquez para “abrir la lata” ante Irán; pero siendo serios debemos reconocer que la definición entre los tres palos no era su punto fuerte en la Bicolor pues firmó sólo seis tantos en 48 internacionalidades durante el lapso 1967-1978 para una discretísima frecuencia de goles de 0,125. En esa noche aciaga “El Ciego” Oblitas estuvo mejor que él a la hora de participar del juego. A propósito, el actual Director Deportivo de la FPF ha manifestado que siente mucha vergüenza por la imagen dada por su equipo aquella noche y afirmó que hubo cosas raras. ¡Hasta ahí todo bien! Pero después criticó a los argentinos y eso incomodó a Kempes, que le exigió pruebas. Y, entonces, el ejecutivo peruano tuvo que callarse de inmediato. Y volviendo a Velásquez debo decir que él afirmó haber sido parte de una comitiva de seis jugadores que le pidieron al entrenador que no alinease a Quiroga por ser argentino. Muñante ofreció una versión distinta – que Quiroga confirmó. “JJ” aseveró que hubo una conversación, en la cual él tomó la palabra preguntándole al arquero rosarino si estaba dispuesto a atajar en la cancha que lo vio surgir como futbolista profesional y la respuesta fue positiva. No es menos cierto que Calderón tenía sus dudas; pero le ratificó la confianza a su portero.


En fin, Perú no igualó ni superó en esta Copa Mundial la actuación exhibida en México ’70. Pero la vida futbolística continuaba y otros desafíos estaban por venir: la Copa América ’79 y el Mundial de España ’82, qua abrió la era de los torneos con 24 equipos.

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¡Arriba Perú, que Rusia te espera…! [Tercera Parte]

El Mundial de México ’70 significó algo así como un instante de debut y despedida para jugadores como Rubiños, Campos, Fuentes, León, Gallardo, Del Castillo (no jugó), Cruzado y Baylón. La mayoría de ellos por su veteranía. El caso de Baylón es punto y aparte porque tenía calidad técnica y un buen somatotipo; pero sus condiciones físicas no eran óptimas (su rodilla lesionada y sus problemas para controlar su peso corporal) y no llegó a ser el jugador que se esperaba para la Bicolor. No obstante, México fue un grande torneo para Perú con dos victorias e igual número de reveses (ante dos potencias como Alemania Occidental y el campeón Brasil). ¡Hasta hoy es la mejor actuación peruana en Copas Mundiales!


Saludo entre grandes capitanes: Chumpitaz y Carlos Alberto antes del juego decisivo ganado por Brasil (1970)

En 1973 comenzó un nuevo proceso eliminatorio bajo el comando del técnico uruguayo Roberto Scarone, cuyo currículo era mucho más exitoso que el de Didí. Después de dirigir dos veces en Perú al Centro Iqueño en los ’50 (campeonando en 1957), Scarone escribió páginas gloriosas con aquel Peñarol tricampeón de la Liga Uruguaya (1959-1961), bicampeón de la Copa Libertadores de América (1960-1961) y campeón de la Copa Intercontinental (1961). Tales lauros le permitieron ser parte del cuerpo técnico que llevó a Uruguay al Mundial de Chile ’62. Después se fue a México y se proclamó campeón con el América (1966); y regresó a su país para salir campeón con el Nacional ese mismo año. Con esa experiencia llegó a la “U” y con ella se adjudicó dos campeonatos (1969 y 1971) y un subcampeonato en la Libertadores de 1972. Scarone parecía ser el entrenador que Perú necesitaba para seguir yendo a la Copa del Mundo.

El estratega oriental llamó a filas a los mundialistas Chumpitaz (31), “Chito” De La Torre (30), Fernández (34), Mifflín (27), Chale (27), Cubillas (24), “CachitoRamírez (27) y Hugo Sotil (24, atacante), que se ganó el puesto para ir a México con su alto rendimiento en el Descentralizado defendiendo al Deportivo Municipal y en partidos amistosos de la Blanquirroja. Al “Chumpi”, a “Cachito”, a Fernández y a Chale los conocía Scarone desde su paso por el equipo crema. En 1973 los dos primeros continuaban en la “U” y los otros dos ayudaron al Defensor Lima a conquistar su único campeonato nacional en ese mismo año. “Chito” y Mifflín seguían en el Cristal; “El Cholo” en el “Muni” y “El Nene” jugaba fuera del Perú, o sea, en el FC Basilea (Suiza).  A ellos se unieron otros jóvenes talentosos como los cremas Juan José Muñante (25, extremo derecho) y Juan Carlos Oblitas (22, extremo zurdo); el “grone” José Velásquez (20) y el “celeste” AlfredoFlacoQuesada (23), que se desempeñaban como volantes de marca. En el sistema defensivo estaban: el portero Manuel Uribe (32, Defensor), los marcadores centrales Rodulfo Manzo (23, Defensor) y Carlos Carbonell (21, U); y los laterales Julio Luna (U) y José Navarro (24, Municipal). Otro “grone” Manuel Mayorga (30) reforzó la media cancha y Héctor Bailetti (25, Defensor) el ataque.

En el juego decisivo, el guardameta Juan Olivares ataja el balón ante Sotil para asegurar la victoria chilena (1973)

El rival a batir era Chile en el Grupo 3 (Venezuela no jugó). Primero Perú ganó en Lima con doblete de Sotil; y días después La Roja Austral les devolvió el mismo score en Santiago. Scarone alineó dos veces a Uribe – Luna, Navarro, Manzo, Chumpitaz (capitán) – Chale, Mayorga, Quesada – Cubillas, Ramírez, Sotil. Para el juego de desempate pactado tres meses después en Montevideo, Scarone hizo algunas modificaciones con el objetivo de ganar y formó con: Uribe – Navarro, Chumpitaz (capitán), Carbonell, De La Torre – Chale, Mifflín, Sotil – Muñante, Bailetti, Ramírez. La Bicolor salió delante y muy rápido le empataron. Finalmente, Chile hizo el tanto del triunfo para eliminar a Perú y seguir avanzando rumbo a Alemania ’74. Cubillas no rindió como en 1969 y Muñante se ganó el puesto para apoyar a los goleadores Ramírez y Bailetti (a quien Scarone tuvo en la “U”). Ese fue el final en la Bicolor para los mundialistas Chale, De La Torre, Fernández y Mifflín. “El Cholo” Sotil fue la mejor pieza ofensiva con dos goles y luego se lo llevaron a jugar junto al holandés Johan Cruijff en la delantera del FC Barcelona de España.

El desafío de clasificar para el siguiente Mundial se vivió con mayor esperanza. En 1975 Perú se proclamó campeón de América por segunda vez. Disputó un torneo sin una sede fija y no fue fácil mantener un buen rendimiento con tantos viajes durante tres meses. En ese éxito fue clave el trabajo de Marcos Calderón, que hasta hoy es el técnico nativo más laureado del Perú. Su primer título fue con su amado Sport Boys (1958), después obtuvo tres con la “U” (1964, 1966-1967); y antes de ser nombrado estratega bicolor campeonó con el equipo celeste del Rímac (1972). Por tanto, trabajó con una parte de los futbolistas que fueron convocados por Didí y Scarone. De toda esa pléyade de jugadores conocidos suyos sólo quedaba como seleccionable el veterano Chumpitaz (33), que todavía estaba en el equipo merengue. Las demás estrellas de la selección mundialista, como Cubillas (26), Sotil (26) y “Cachito” Ramírez (28) nunca habían trabajado con él. Pero Calderón conocía muy bien a Ramón “El Loco” Quiroga (24), Quesada (25), Eleazar Soria (27) y Percy Rojas (25). Salvo Quiroga, los demás fueron piezas claves en la conquista de la XXX Copa América ’75.


Julio Meléndez y Héctor Chumpitaz sostienen la Copa América obtenida por Perú en 1975

Cuando Calderón asumió la dirección técnica de la Blanquirroja llenó de alegría a la afición peruana con el título continental de 1975 y con la vista puesta en el futuro de la fase clasificatoria del Mundial de 1978 siguió confiando en el capitán “Chumpi” (35) y demás veteranos como “Cachito” (30, U), Cubillas (28, FC Oporto/Portugal), Sotil (28, Alianza), los celestes Quesada (27) y Navarro (28), Soria (29, lateral del Cristal); incorporó al experimentado defensor Julio Meléndez (35, zaguero central del Juan Aurich). Todos se mantenían rindiendo a buen nivel. Además, Calderón dio paso y más responsabilidades a nuevas figuras que también ayudaron a conquistar la Copa América ’75: los universitarios Oblitas (26) y Rubén ToribioPanaderoDíaz (25, lateral zurdo), el centrodelantero Rojas (27, Independiente/Argentina) y Velásquez (24, Alianza), que sólo jugó un partido como titular. Además, Calderón recuperó a Muñante (28, Pumas UNAM/México). Al inicio el portero fue Ottorino Sartor (31, Colegio Nacional de Iquitos), que fue titular en el logro del ’75 (en ese mismo él año defendía a los cremas en el Torneo Descentralizado); pero después, de cara a las eliminatorias mundialistas, Calderón se decidió por “El LocoQuiroga (26, Sporting Cristal), que había nacido en Argentina y se nacionalizó peruano para tapar por la Bicolor.

La Blanquirroja jugó seis partidos rumbo a Argentina ’78. El rendimiento en los cuatro juegos del Grupo 3 fue óptimo: dos empates como visitante en Quito y Santiago; y par de victorias en Lima goleando a los ecuatorianos y doblegando a los chilenos, que cuatro años atrás se habían atravesado en el camino de la Bicolor. Después jugaron dos partidos en la ronda final (con Cali como sede) y obtuvo resultados dispares: derrota por la mínima ante Brasil y una semana después golearon a Bolivia para clasificar. Calderón tuvo como alineación base: Quiroga – Soria o Navarro, Meléndez, Chumpitaz, Díaz – Quesada, Velásquez, Rojas o Cubillas – Muñante, Sotil, Oblitas. Este último fue la figura de las eliminatorias con cuatro perforaciones y lo secundó “El Patrón” Velásquez con tres.

Francisco Morales Bermúdez (Presidente del Perú) con la camisa de Julio Meléndez canta el Himno Nacional junto al veterano defensor y a Marcos Calderón tras la victoria ante Chile en Lima (1977)

De cara a Argentina ’78 Calderón no cometió el mismo error de Didí, que se aferró a los mismos titulares que consiguieron la clasificación para México ’70. Meléndez, “Cachito” y Soria quedaron fuera de la convocatoria; Rojas, Sotil, Quesada y Navarro no fueron titulares absolutos en la Copa. Tales puestos en el once inicial fueron ocupados por el veterano zaguero Manzo (29, Deportivo Municipal), recuperado para la causa; y los jóvenes del Alianza Lima Jaime Duarte (23, lateral), el zurdo César Cueto (26, volante ofensivo) – campeón de América ’75 – y Guillermo La Rosa (24, atacante).

Tanto Scarone como el “Oso” Calderón dieron continuidad al trabajo iniciado por Didí con el objetivo de montar un equipo nacional competitivo. Scarone ni se quedó a medias en su labor y el “Chueco” sobrepasó las expectativas con la supremacía continental en 1975 seguida por una excelente clasificación a la Copa de 1978.   


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¡Arriba Perú, que Rusia te espera…! [Segunda Parte]

Perú fue uno de los participantes de la primera Copa del Mundo en Uruguay (1930) y le fue mal: dos juegos y par de derrotas (una de ellas ante los anfitriones Celestes, que terminaron campeonando). En 1935 Perú obtuvo el tercer lugar en el XIII Campeonato Sudamericano (antiguo nombre de la actual Copa América). Al año siguiente acudió a los Juegos Olímpicos celebrados en Alemania y tuvieron una participación destacada, que fue mancillada por la actitud cobarde de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) doblándose ante un reclamo absurdo de Austria, que fue incapaz de vencer a la Blanquirroja. Seguidamente, en 1938 los peruanos ganaron la Medalla de Oro de los Juegos Bolivarianos. Y, después, la Federación Peruana de Fútbol (FPF) organizó en Lima el XV Campeonato Sudamericano de 1939, que la selección bicolor venció de forma invicta.

En dicho certamen de 1939 brilló Teodoro “Lolo” Fernández como líder goleador y mejor jugador del torneo. El ídolo del Universitario de Deportes – más conocido como la "U” – había rendido a alto nivel en 1935, 1936 y 1938. Por eso fue una de las grandes figuras del fútbol peruano en los ’30 y ’40. Esa fue la era amateur (1926 – 1950), cuyos equipos más ganadores fueron los cremas de la U” y los blanquiazules del Alianza Lima (con siete y seis títulos respectivamente). ¡Ese es el gran clásico del fútbol peruano! El Deportivo Municipal (una de las alternativas de la máxima discordia deportiva) ganó cuatro veces y fue el máximo subcampeón (seis veces). Es decir, había un dominio de los equipos de la capital.

Los años ’50 marcaron en comienzo de la profesionalización del fútbol peruano con equipos limeños y del Callao. La selección nacional fue a otros Campeonatos Sudamericanos y se destacó como tercero (1955) y cuarto (1957; 1959). Pero nada de clasificar a los Mundiales de aquella época: no participó de las eliminatorias para las Copas de 1950 y 1954; se jugó su clasificación para la Copa de 1958 a doble partido con Brasil (empate en Lima y derrota por la mínima en Rio de Janeiro); camino a la Copa de 1962 tampoco pudo con Colombia (derrota en Bogotá e igualada en Lima); y la para la Copa de 1966 fue parte del Grupo 1 superando dos veces a Venezuela y perdiendo por partida doble con Uruguay (que también despachó a la “vino tinto”).

Durante la década de 1960, específicamente en 1966, la liga profesional peruana deja de ser centralista (eje Lima-Callao) y se abrió a clubes de otras provincias. Es decir, se democratizó para tornarse un verdadero campeonato nacional. De ahí su nombre tan peculiar: Torneo Descentralizado. Por entonces, ya estaba en Perú un señor nacido en Brasil llamado Waldir Pereira y conocido como “Didí”. Él fue un futbolista maravilloso, elegante y pieza clave del mediocampo de los Bicampeones Mundiales. Un gol suyo – de falta lanzada a su estilo “Folha Seca” – privó a los peruanos de asistir a su segunda Copa del Mundo. Eso aconteció en el Maracanã un domingo 21 de abril de 1957.

Didí era un especialista en las jugadas a balón parado 


Entre 1962 y 1964, Didí había tenido una experiencia como jugador y entrenador en el Sporting Cristal. Pero en el lapso 1967 – 1969 ya se había asentado como estratega llevando a los Celestes del Rímac al Subcampeonato en 1967 y después a su primer título del Torneo Descentralizado en 1968 (tercero en la era profesional). Además, ese equipo jugó bien en la Copa Libertadores de América ’68. Aunque fue imposible obtener la clasificación para las Semifinales el once rimense, al igual que en 1962, no perdió ningún partido.

Con las buenas presentaciones de los Celestes del Rímac, tanto en territorio peruano como en el exterior, Didí se convertiría en el técnico de moda del fútbol peruano. Se puede decir que con su estilo de hacer jugar al equipo rimense y con la convicción inculcada a sus pupilos de que siempre debían luchar por la victoria, Didí parece haber provocado una revolución en el fútbol peruano de fines de los ’60. Eso tal vez explique su designación como Director Técnico de la Selección Nacional en 1969 con el desafío de armar un equipo competitivo para clasificar a la Copa del Mundo. En 1957 Didí no dejó a los peruanos ir a Suecia y doce años después tuvo en sus manos ayudarlos a asistir a México, y no decepcionó.

Perú tenía que jugar, en el mes de agosto de 1969, cuatro partidos (ida y vuelta) en el Grupo 1 contra Bolivia y Argentina. El coco del Grupo 1 fue Bolivia porque nadie le pudo ganar en La Paz: Argentina salió goleado y a Perú le voltearon el juego (terminó jugando con nueve y – en la hora cero – “Chumpi” batió a su colega Rubiños). Una semana antes, la Blanquirroja había debutado doblegando por la mínima a Argentina en Lima; y en la semana después de la debacle en la altura, los peruanos masacraron a los bolivianos (que tampoco pudieron con Argentina en Buenos Aires a la semana siguiente). Así quedó lista la escena para el juego decisivo. El domingo 31 de agosto de 1969 en el Estadio bonaerense “La Bombonera” (el cuartel general del Boca Juniors) Perú se asomaba dependiendo de sí mismo para ir a México.

De cara a ese match decisivo, Didí tuvo que hacer una modificación en el ataque y decidió buscar más velocidad alineando a Oswaldo “Cachito” Ramírez (23), líder goleador del torneo ’68 con el Sport Boys (26 perforaciones). Esa decisión le rindió frutos a Didí porque “Cachito” hizo dos golazos con sendos contraataques en el segundo tiempo, que obligaron a la Albiceleste a jugar siempre a remolque.

"Cachito" Ramírez y "Nene" Cubillas conmemoran el gol de la clasificación

Pero también, en privado, Didí le había dado carta blanca al “Niño Terrible” Chale para jugar como quisiese y él interpretó la orden de su técnico como la oportunidad de hacer “el otro fútbol”, es decir, esas picardías de barrio que irritan al contrario y a su afición. Su víctima fue Juan Carlos Rulli (33) a quien sacó de quicio peloteándole la cabeza. Ante el descontento de Rulli los argentinos fueron casi en masa a recriminarle a Chale; la afición tenía deseos de lincharlo y lanzó objetos al terreno; los peruanos aguantaron la presión y arroparon a su jugador en medio de la gresca; y el árbitro, que lo vio todo, ni lo sancionó porque no interpretó esa guasa provocativa como un acto de agresión (que no fue) o de falta de respeto al colega. Después el volante de Racing Club fue sustituido en la mitad del partido; y Chale continuó en cancha perturbando a los argentinos. Esa picardía de Chale y los oportunos tantos de “Cachito” fueron dos aspectos puntuales que no eclipsaron en el buen juego colectivo de la bicolor en la caldera xeneize. ¡Fue una tarde gloriosa e inolvidable para Perú! La bicolor fue capaz de prolongar el buen rendimiento de los clubes peruanos en la Copa Libertadores ante los grandes equipos argentinos.

¡Lo que pasó en México al año siguiente ya lo sabemos! Por eso me interesa más comentar cómo Didí buscó la excelencia creando una base que aglutinaba juventud, experiencia y, sobre todo, mucho talento. Del proceso clasificatorio de 1965 todavía eran seleccionables para Didí: Luis Rubiños (29), Eloy “El Doctor” Campos (28), Héctor Chumpitaz (27), Víctor “Pitín” Zegarra (29), Pedro Pablo “Perico” León (27), José Fernández (30) y Luis “Colorado” Cruzado (28). Los dos últimos fueron de la partida bicolor que jugó contra Colombia en la fase de clasificación de 1961. De todos ellos, Fernández era el más veterano en la blanquirroja porque jugó el XXVI Campeonato Sudamericano de 1959. Además, Zegarra, León, Rubiños, Campos y Alberto “El Jet” Gallardo (29) disputaron el XXVIII Campeonato Sudamericano de 1963. En el caso de Campos y Gallardo participaron como una selección juvenil en los Juegos Olímpicos de Roma 1960. Siete de los mencionados llegaron a la Copa del Mundo ’70 por su trabajo en las eliminatorias. De esos siete, sólo Gallardo no había jugado un torneo grande y por eso fue uno de los 16 jugadores del plantel mundialista que por primera vez tuvieron la oportunidad de representar a Perú en un gran campeonato.

En su etapa como jugador-entrenador en el Sporting Cristal Didí tuvo como compañeros a los atacantes Gallardo (puntero izquierdo) y José “Pepe” del Castillo (26, delantero y medio); los defensas Campos (lateral derecho) y Orlando “Chito” de La Torre (26, zaguero central); y el guardameta Rubiños. Cuando Didí volvió para desempeñar exclusivamente la función de técnico tuvo la posibilidad de contar con ellos y campeonó en 1968.

Once jugadores del Sporting Cristal con el Cuerpo Técnico y tal vez un directivo. Didí es el primero a la izquierda entre los parados. En la segunda línea de sentados desde la izquierda están Campos (segundo), Rubiños (cuarto) y De La Torre (quinto). Y en el frente aparecen Del Castillo (primero a la izquierda) y Gallardo (en el centro) [1968? o 1969?]

En el proceso eliminatorio del verano de 1969, Didí tuvo una gran confianza en el trabajo de Rubiños (portero menos batido del campeón vigente), De La Torre y Gallardo (que se lesionó en el tercer juego). Campos se ganó el puesto para los juegos decisivos. Pero Del Castillo estuvo lesionado y no tenía ritmo de competencia para rendir. Entonces, Didí llamó a otro buen centrocampista: Ramón “El Cabezón” Mifflin (23). Él sería el complemento que fortalecía dando equilibrio al once titular por ser el motorcito organizador y canalizador del juego en el conjunto rimense. Pero en el segundo partido fue expulsado y quedó fuera de la alineación para los topes decisivos. No obstante, tenía la total confianza de su entrenador.

La "U” era el mejor equipo de Perú en aquella época y encaraba a los mejores del Continente. Eso a Didí no le fue indiferente y, por tal razón, confió mucho en la jerarquía del zaguero Chumpitaz y en el juego eléctrico del medio Roberto Chale (23). Además, reconoció la experiencia del volante Cruzado y de los defensores Nicolás “El Cordobés” Fuentes (28, lateral izquierdo) y Fernández (central).

Alianza Lima era otro equipo “macho” del campeonato peruano y se destacaba por su ataque denominado el “Rodillo Negro”. La nueva versión desde 1966 estaba integrada por: el centrodelantero “Perico” León; el punta derecha Julio “Tanque” Baylón (18); los interiores Teófilo “Nené” Cubillas (21, izquierdo) y “Pitín” Zegarra (derecho); y el puntero izquierdo Luis “Babalú” Martínez (que también podía jugar por la derecha). Finalmente, Didí decidió prescindir de los dos últimos sabiendo que “Pitín” Zegarra era una de las grandes figuras del Torneo Descentralizado con los “íntimos” y de la Selección Nacional.

El once base de Didí (1969 – 1970) fue el arquero Rubiños (1); los laterales Campos (2) y De La Torre (3) junto a los centrales Chumpitaz (4, Capitán) y Fuentes (5) formaban un sistema defensivo muy serio; el bajito Mifflín (6) era el medio central y cerebro que tenía el apoyo de un interior con buena técnica como Chale (7); Cubillas (10) con su repertorio de habilidades para desequilibrar era el enlace con la delantera desdoblándose como punta de lanza llegando desde la segunda línea para batir el pórtico rival; la avanzada era comandada por el poderoso ariete León (9), que también podía generar juego desde el medio sector, completaban el frente de ataque los potentes y veloces extremos Gallardo (11) y Baylón (8), este último – según su técnico – se desempeñaba al estilo de Garrincha.

Fue así como “Mister Football” Didí moldeó aquella generación de futbolistas peruanos que llegó muy ilusionada a México. Años después, Chale dijo que los jugadores se identificaron con Didí porque fue un superclase y, sobre todo, porque daba toques de balón junto a ellos en cada entrenamiento. Es decir, expresaba Chale, cuando los atletas veían a su entrenador manejando la pelota con tanta excelencia era más fácil la comunicación con él y también inspirarse a jugar mejor dejándolo todo en la cancha.


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¡Arriba Perú, que Rusia te espera…! [Primera Parte]

Esta semana se cumplieron 16 fechas de las eliminatorias de Sudamérica para la Copa del Mundo Rusia 2018. La selección más destacada fue Perú por ser el único equipo que ganó sus dos partidos. Detalle: fueron sendas victorias por el mismo marcador (2x1) ante Bolivia en Lima, y frente a Ecuador en Quito (donde hacía mucho tiempo que no ganaba). Ambos resultados catapultaron a la Blanquirroja del octavo al cuarto lugar de la tabla. Hoy se vive una euforia inmensa porque Perú está en zona de clasificación directa y depende de sí mismo para confirmar su clasificación. Por ironías del destino, en marzo de este año la “selección inca” había obtenido cuatro puntos de seis posibles. Pero nadie daba ni un duro por ellos porque a pesar de ese logro todavía estaban en la octava colocación y lejos de los punteros; aunque con más esperanzas que certezas de llegar a los puestos de destaque. Edison Flores fue la pieza clave con dos perforaciones (una en cada juego y siempre para abrir la lata).

Edison Flores es el símbolo de la alegría blanquirroja (2017).

La última vez que vi a Perú con chances para ir a un Mundial fue en 1997 (hace casi 20 años). Justo en la fecha 16, un 10 de septiembre, la Blanquirroja consiguió una grande victoria en Lima ante Uruguay por score de 2x1; y viniendo de abajo. Esa noche, los charrúas salieron delante con un tanto de “el chino” Recoba; pero “el chorri” Palacios y “el avestruz” Carty inclinaron la balanza a favor del “once inca”. Ese resultado los colocó en el cuarto lugar, que en aquel momento significaba estar en la zona de clasificación directa (no había un quinto cupo destinado al repechaje como ahora y Brasil por su condición de Campeón del Mundo estaba clasificado automáticamente). Entonces, sólo faltaban dos partidos y Perú dependía de sí misma. Pero fueron goleados en Santiago de Chile por La Roja “Austral” durante la fatídica noche del 12 de octubre; y de nada sirvió derrotar en casa a Paraguay en la última jornada un mes después. Precisamente, por mejor gol average, Chile asistió a la Copa del Mundo Francia 1998.

Chile volvió a atravezarse en el camino de la Blanquirroja (1997).

Ahora bien, todos nos acordamos de la mejor ocasión que tuvo Perú de ir a una Copa del Mundo. El 30 de junio de 1985 Perú encaró a Argentina en el Estadio “Monumental” de Buenos Aires. Era la última fecha del Grupo A y el ganador obtendría una plaza directa para la Copa del Mundo del año siguiente. Fue un gran partido; pero sólo voy a reproducir – a mi manera – dos de los momentos dramáticos claves de aquel match:

Un narrador peruano: La tiene “el patrón” Velásquez en el medio de la cancha, Burruchaga le persigue, Maradona se interpone en su camino, la pelota le cae a Cueto, “el poeta de la zurda” se lleva la esférica por fuerza y convicción ante la férrea marca de los argentinos, levanta la cabeza y profundiza para “Patrulla” Barbadillo, que deja atrás a dos defensas y al “Pato” Fillol, remata y ¡¡¡goooool de Peruuuuuú!!! Minuto 39 de la primera parte, Argentina 1 – Perú 2; y con este resultado estaremos en el Mundial de México…

Un narrador argentino: Garré ejecuta el tiro de esquina desde la izquierda, Maradona entra para rematar; pero Olaechea despeja el balón, Burruchaga recoge el rechace y lanza en profundidad al costado derecho, Passarella recepciona con giro, la baja, remata al arco, y ¡¡¡goooool de Argentinaaaaa!!! Sobre la línea la empuja “el tigre” Gareca en el Minuto 81 del segundo tiempo, Argentina 2 – Perú 2; y nos vamos a México…

Con el gol de Gareca comenzó el crédito al "Bilardismo" (1985).

Si, mis queridos contertulios, Perú estuvo a muy pocos minutos de ir a México sin necesidad de repechaje. Uno de los causantes de aquella decepción es el actual Director Técnico de la Blanquirroja: Ricardo Gareca. Y uno de los que sufrió en la piel esa desilusión se desempeña hoy como Director Deportivo de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) y avaló el fichaje del “Flaco”: Juan Carlos Oblitas. Gareca y Oblitas – que fueron atacantes rivales ayer y hoy son funcionarios aliados – quieren lograr el milagro peruano. Como ya sabemos, “el ciego” Oblitas comandó a la Blanquirroja en las eliminatorias rumbo a Francia ’98 y se quedó a dos partidos de conseguir la ansiada clasificación. En esta semana, Gareca acaba de llegar al mismo punto de la marca de Oblitas y aún quiere más. ¿Será que el próximo mes de octubre Perú obtendrá buenos resultados contra Argentina (presumiblemente en “La Bombonera” de Buenos Aires) y ante Colombia en Lima? ¡Ya veremos…!

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