SERIE DIVISIONAL DE LA LIGA AMERICANA 2022
CLEVELAND GUARDIANS VS NEW YORK YANKEES
GAME 1 – Gerrit Cole espantó los fantasmas del Wild Card 2021
Una de las maravillas del deporte de alto rendimiento es que siempre tendrás una oportunidad de tomarte una revancha después de un mal momento. Cuando hablamos de béisbol, específicamente de New York Yankees, eso se aplica al estelar serpentinero Gerrit Cole (1-0), cuya actuación en el Wild Card 2021 frente a Boston Red Sox, en el Fenway Park, dejó mucho que desear porque en dos innings trabajados le batearon cuatro hits (incluyendo dos bambinazos y un doblete), otorgó dos boletos, le fabricaron tres carreras limpias y ponchó a tres. Finalmente, los Yankees salieron derrotados 2x6 en aquella noche aciaga. Por otra parte, Cole terminó la temporada regular 2022 con una foja de 13-8, que no es buena cuando se trata del pitcher number one de los «Mulos de Manhattan». Anoche, luego de trabajar mucho para colgar dos ceros en la pizarra, los Cleveland Guardians – además de un jonronazo del zurdo Steven Kwan para ponerse en ventaja (1x0) – le llenaron las bases porque Cole golpeó a Amed Rosario, José Ramírez (ambidextro parado a la zurda) bateó un doble a lo profundo del medio y una jugada de fielder Choice permitió al zurdo Josh Nylor “llegar safe” a la inicial. Una conferencia en el montículo fue un buen antídoto para ajustar la mecánica defensiva, que estando plantada “a medio camino” enfrió a Rosario en la goma (tras controlar un roletazo de Oscar González); y calmar a Cole, que con sus lanzamientos de rompimiento abanicó a Andrés Gimenez, que le había bateado un buen tubey en el segundo capítulo. Después, Cole ganó confianza y caminó seis y un tercio de innings, o sea, colgó otros tres scones, con ocho ponches y un boleto a Ramírez hasta que el sencillo de Myle Straw por el campo corto (Cole permitió cuatro hits en total) decretó el final de su faena, que fue premiada con aplausos de la fanaticada del Yankee Stadium. La batería del Bronx no calentó tanto sus maderos; pero fue muy oportuna ante el abridor Cal Quantrill (0-1), que rindió mucho para los Guardians en la fase regular del torneo (15-5): en el tercer inning, Harrison Bader, en conteo completo, haló para su mano y sacó la bola del terreno para igualar el score (1x1); en el quinto, José Trevino estuvo al borde del ponchete y trajo la ventaja con un largo Fly de sacrificio por el centro del terreno (1x2); y, en el sexto, tras recibir boleto Aaron Judge, que abrió tanda, el zurdo Anthony Rizzo (en la misma situación de Bader) despachó la esférica por el bosque derecho para el puntillazo (1x4)… Y fue todo para Quantrill, que fue relevado por tres pitchers, que lo hicieron fenomenal; pero el bullpen del team anfitrión también cumplió, sobre todo, merced al respaldo defensivo del cuadro que fabricó dos jugadas de doble matanza, que salvaron los innings siete y ocho. Por último, y como complemento, quiero comentarles una secuencia de jugadas en el quinto capítulo relativas a defensa y corrido de las bases: Josh Donaldson abrió tanda conectando un batazo, que por muy poco no se fue del parque; él y el Coach de Primera Base, Travis Chapman, pensaron que era jonrón y no se percataron que González jugó al rebote y disparó rápido al infield para enfriar al bateador-corredor, que se sorprendió e intentó regresar a la inicial (hit el batazo); acto seguido, Isiah Kiner-Falefa disparó un roletazo violento a la banda derecha, González se posicionó frente a la pelota y, muy confiado, no bajó el guante lo suficiente para capturarla y tuvo que buscarla en la zona de seguridad, mientras que Kiner-Falefa no paró de correr hasta el tercer cojín (hit el batazo y error en fildeo). Esa fue la escena que encontró Trevino para producir la carrera decisiva cuando parecía que se comería su segunda croqueta de la noche. En mi opinión, dicha secuencia de jugadas, y aquel par de doble plays posteriores materializados por la defensa local, demuestran cómo los breaks rompieron anoche a favor de los Yankees.
Mañana por la noche será el turno del zurdo Néstor Cortés Jr., que tuvo su temporada de consagración como segundo abridor de los Yankees exhibiendo el mejor promedio de carreras limpias (2.44), un fenomenal WHIP (0.92) y una digna foja de 12-4. Su rival ya fue anunciado: Shane Bieber, el artífice de la primera victoria en el Wild Card ante los Tampa Bay Rays. Vamos a ver qué pasará mañana en el Bronx…
GAMES 2, 3 & 4 – Los Yankees forzaron el «tie break»… sin bombardear a los Guardians
Anoche, New York Yankees consiguió llevar el juego decisivo para su patio después de mucho sufrimiento. La realidad es que en esta Serie Divisional la franquicia más laureada de la MLB aún no le ha hecho culto a uno de sus epítetos: «Los Bombarderos del Bronx», o sea, que su ofensiva no está siendo tan expresiva como se espera de ellos y también los departamentos de pitcheo y defensa han dejado mucho que desear: 22 hits conectados y 15 remolques en cuatro juegos (aproximadamente 5,5 H y 3.75 CI por cada desafío), un cuerpo de lanzadores que promedia 4.22 carreras limpias (17 C en 36.2 EL) y una defensa de campo con cuatro pifias (registradas en las estadísticas) no es suficiente para mostrar “cartas credenciales” de equipo aspirante al título. No obstante, ni todo es negativo para los Yankees, y referente al bateo apunto lo siguiente: han sido oportunos al bate y por eso la serie está empatada. En mi primera crónica sobre la actual postemporada afirmé que: “La juventud de este equipo [Cleveland Guardians], que ha jugado muy bien a la pelota, será un escollo para los grandes multicampeones…” y así está aconteciendo. Sepan que el equipo rojo no dará cuartel esta noche a la novena de uniforme blanco a rayas.
Primeramente, no fue posible jugar béisbol en día 13 de octubre de 2022 en el Yankee Stadium por causa de las inclemencias del tiempo. Eso condicionó la obligación de efectuar cuatro partidos seguidos desde el viernes hasta hoy, lo cual supone un desgaste físico, mental y emocional para los atletas, sus mentores y colectivos técnicos. Y la afición está de plácemes cuando se trata de ver La Pelota tantos días continuos. En el partido aplazado, Giancarlo Stanton disparó un jonrón de dos carreras en el inning de apertura ante Shane Bieber, que tuvo un buen rendimiento (5.2 EL, 7 K, 3 BB, 5 H – su mejor racha fue eliminar a siete bateadores por su orden, y ponchar tres veces a Aaron Judge y en dos ocasiones a Stanton). En la tercera entrada, los Yankees tuvieron dos hombres en posición anotadora, con dos outs, y Harrison Bader falló en línea al bosque izquierdo, que fue capturada sensacionalmente por Steven Kwan. Por su parte, el zurdo Néstor Cortés Jr. hizo lo mínimo que se le pide a un abridor (5 EL, 3 K, 3 BB, 6 H – él tuvo un inicio problemático al permitir dos sencillos: toque de bola del zurdo Kwan y rolling de hit de Amed Rosario, dominó al zurdo José Ramírez y Anthony Rizzo hizo un doble play sin asistencia sobre batazo alineado del novato Oscar González, y mejoró su rendimiento en los dos innings siguientes). Le fabricaron dos carreras “a cuentagotas” porque permitió una en el cuarto como consecuencia de un sencillo impulsor del joven zurdo Andrés Giménez (y Cortés Jr. hizo una jugada espectacular en el Box para matar la entrada asistiendo a Rizzo); y otra anotación cayó en el quinto por vuelacercas de Rosario (que fue su castigador: 3-2). Después hubo un duelo a ceros entre los relevistas, que supieron silenciar a cada batería en instantes claves. Por ejemplo, en el sexto inning, los Yankees tras dos outs pusieron otra vez dos hombres en circulación; pero el relevista Trevor Stephan, al rescate de Bieber, abanicó al emergente Matt Carpenter. Y, en el octavo fue peor porque otra vez con dos outs llenaron las bases aprovechando el descontrol de James Karinchak (otorgó tres boletos) y el joven Emmanuel Clase (1-0) “fue llamado a filas” y dominó a Kyle Higashioka en línea a tercera. Y en el noveno, luego de dos eliminaciones por la vía de los strikes (el zurdo Wandy Peralta a Giménez y Clay Holmes al emergente zurdo Will Brennan), Myles Straw recibió boleto y, por error en fildeo de Rizzo, Kwan llegó safe a la inicial y Straw ancló en la antesala. Todo se resolvió cuando Holmes dominó a Rosario en una jugada dentro del infield. Por esas oportunidades desperdiciadas de ambos equipos, el juego entró en el rompecorazones del extra-inning. Jameson Taillon (0-1) fue designado para lanzar y no se presentó en buena forma ante la tanda gruesa, que se soltó a batear: tubey de Ramírez, que se metió en tercera por error en tiro de Josh Donaldson; hit de oro de González, que trajo la carrera decisiva; y un dobletazo de Josh Naylor para clavar la puntilla. Detalle: antes de comenzar la serie, Aaron Boone anuncio que su rotación de pitcheo sería integrada por tres abridores, o sea, Taillon (que tuvo la mejor foja de la temporada para un pitcher de los Yankees con 14-5) sabía cuál sería su papel en esa decisión táctica de la gerencia. Clase concluyó su buen relevo “largo” (dos innings y un tercio) matando la última entrada para empatar la serie y volver a casa con grandes posibilidades de eliminar a los Yankees, como habían hecho antes con los Tampa Bay Rays…
El sábado, en las dos primeras entradas, el line up de los Guardians perturbó “a palo limpio” al aperturista Luis Severino. Detalle: las secuencias de bateo productivo fueron similares: en el primer inning un tubey de Kwan; un hit de Ramírez, que coloca un corredor en cada esquina y Nylor trajo la primera con sencillo por el campo corto; y, en el segundo, el bisoño Gabriel Árias abrió con doblete; Austin Hedges conectó indiscutible para volver a colocar un corredor en cada ángulo del infield y apareció Kwan bateando un hit para duplicar la ventaja. No obstante, Severino fue creciendo por su experiencia, sus prestaciones mejoraron y puede decirse que cumplió (5.2 EL, 6 K, 3 CL, 6 H – retiró a once bateadores en forma consecutiva). Triston McKenzie comenzó bien; pero no pudo impedir que le empatasen el choque por obra y gracia del despertar del bombardero mayor Aaron Judge, cuyo cuatriesquinazo encontró en circulación al novato Oswaldo Cabrera, bateó un doblete. Este joven, que batea a las dos manos, empuñó a la zurda en la quinta entrada y se anotó un cuadrangular de dos carreras para los Yankees tomar el mando. McKenzie no pudo dominar a Cabrera (en noche perfecta 2-2) y completó su labor (5 EL, 5K, BB, 4 CL, 4 H). En este caso no podemos hablar de un buen rendimiento. El zurdo Sam Hentges lanzó con efectividad el sexto capítulo y sus compañeros, después de dos outs, descontaron una rayita en la parte baja con tres sencillos en forma sucesiva: Giménez y Árias provocaron la sustitución de Severino; y el emergente Brennan recibió irrespetuosamente a Lou Trivino y fletó una carrera a la registradora. En fin, Trivino sacó el out que faltaba y los Yankees respondieron en el Lucky Seven con bambinazo de Bader frente a Hentges. El score de 5x3 fue mantenido por el buen trabajo de Jonathan Loaisiga (dos eliminaciones – incluyendo ponche) y Peralta (cuatro eliminaciones – entre ellas dos ponches), mientras que Enyel De los Santos y Eli Morgan (1-0) se unieron para frenar la ofensiva visitante sacando siete outs seguidos – con ponche per cápita. El noveno fue polémico porque la afición yankee esperaba a Holmes; pero continuó Peralta que sacó un out y después vino la debacle: Straw conectó de hit un Cambio de velocidad, que cayó en lo corto del left field y Cabrera (que el viernes se comportó de la misma manera con el batazo de Ramírez en el Yankee Stadium, que provocó la pifia de Donaldson) no supo gestionar su movimiento defensivo y Straw se apuntó un doblete. Esa jugada no la registra ningún libro como error; pero la fanaticada la anota como un “desliz mental”. Así entró la parte alta del line up de los Guardians y su hombre proa, Kwan (el más duro al bate: 5-3) conectó de hit y Straw llegó a tercera. Clarke Schmidt no pudo hacer valer la efectividad de sus lanzamientos rompientes y fue castigado con tres sencillos: Rosario empujó la cuarta carrera; Ramírez llenó las bases y González fue espectacular con otro cohete dorado que propulsó el empate y la ventaja llevando al delirio a la afición del cálido Progressive Field. Un walkoff sensacional para dejar tendidos a los Yankees y ponerlos contra la pared…
El domingo, los Yankees – un equipo acostumbrado a participar en juegos de
mucha presión – salieron agresivos en el inning de apertura y rompieron el
celofán, frente al abridor Cal Quantrill (0-2), combinando un sencillo de
Gleyber Torres, que robó la intermedia y después se deslizó en el plato gracias
a un lineazo de hit al medio salido del bate de Rizzo. En el segundo inning
triplicaron la ventaja con sencillo de Donaldson y un toletazo de Bader por la
banda izquierda (idéntico al que le bateó en el Game 1). Después de esa jugada
nefasta para los Guardians, Quantrill eliminó nueve bateadores seguidos.
Mientras tanto, sus compañeros trataron de doblegar al estelarísimo Gerrit Cole
(2-0). Kwan dio un show de un excelente primer bate con hit y base robada; pero
Cole anuló esa amenaza, y otros potenciales amagos, retirando por su orden a seis
bateadores. En el tercero tuvo dificultades al bolear a Hedges y, aunque sacó
dos outs, toleró dos hits consecutivos de Rosario y Ramírez, este último remolcó
la primera anotación con un Texas a la pradera izquierda; pero lo doblaron en
la inicial para el tercer out. Detalle: ese batazo fue semejante al que le
conectó anoche a Schmidt y, esta vez, Donaldson se tiró de cabeza para
atraparlo y no pudo; pero Aaron Hicks, que estaba en la jugada, cogió la
pelota, se la pasó a Torres y éste pivoteó a la inicial para eliminar a un
despistado Ramírez. Esa jugada favoreció la causa de los Yankees porque le
cercenó la inspiración a los Guardians. Pero, en el cuarto, Naylor – abriendo
tanda – golfeó un rectazo de 97 millas, servido por Cole, y sacó la pelota por
el center-right para meter en el juego a los Guardians. Detalle: Naylor le dio
la vuelta al cuadro con un lenguaje corporal, que vi hacer dos veces a Bebeto
en el Mundial 1994 – acunando un bebé – sólo que el ilustre goleador brasileño
no profirió palabras obscenas como Naylor. En el quinto inning, los Yankees amagaron
con ampliar el score frente a Quantrill, pues tras un out, Trevino se embasó
por error del torpedero Rosario y Hicks recibió boleto, pero Torres bateó para
doble play – iniciado por el antesalista Ramírez, que detuvo el metrallazo de
Torres – y así terminó la actuación de Quantrill (5 EL, 3 K), que nunca había
perdido un juego en el Progressive Field. No obstante, los Yankees agregaron
otra rayita en el sexto, frente al relevista Morgan, con infield hit de Judge,
tubey de Rizzo y un profundo Fly de sacrificio de Stanton. Después, el line up
visitante fue totalmente silenciado, en el último tercio de juego, por Cody
Morris (2 EL, 3 K) y Zach Plesac (1 EL, 2 K). Con la pizarra transmutando de
3x2 a 4x2, Cole continuaba compitiendo y brillando en el Box porque, luego de
sufrir el jonrón, logró eliminar consecutivamente a diez hombres hasta el
séptimo capítulo cuando Giménez le dio hit y llegó a la intermedia por error en
fildeo del jardinero central Bader. No obstante, Cole impuso su categoría y
mató la entrada por la vía de los strikes para redondear una óptima actuación
(7 EL, 8 K, BB, 6 H). En los últimos dos episodios trabajaron muy bien Holmes
(1 EL, 2 K, BB) y Peralta (1 EL, K), que se anotó punto por juego salvado. A
propósito de Holmes, Boone explicó que no lo utilizó el sábado porque venía de
una rápida recuperación de su lesión y consideró mejor darle un día de descanso
(entonces, dudo que lance esta noche). De todas maneras, se empató la Serie
Divisional y en breves instantes, Taillon (Yankees) y Aaron Civale (Guardians)
medirán fuerzas para ganar el Match Point. Entonces, ¡Qué gane el Mejor! Y
punto…
GAME 5 – Los Yankees remataron a los Guardians… y ponen proa a Houston
New York Yankees hizo valer su categoría de equipo competitivo y, haciendo
gala de su interpretación de los fundamentos del béisbol, le dio la estocada
final a un pimentoso Cleveland Guardians, que esta tarde no tuvo la misma
frescura que en los juegos anteriores. La llovizna pertinaz de anoche en «The
Big Apple» favoreció el cambio de estrategia del mentor Aaron Boone: Jameson
Taillon era su designación para lanzar y la lluvia “le aconsejó” darle la
pelota al zurdo Néstor Cortés Jr. (1-0). El “Hialeah Kid” volvió a responder a
la confianza del manager y lanzó una formidable pelota en cinco entradas ante
un equipo bateador como los Guardians. El zurdo Steven Kwan, un excelente
“hombre proa”, fue “la olma de sus zapatos” porque le conectó de 2-2. La
artillería local atacó temprano al abridor Aaron Civale (0-1), que no se presentó en buena forma y explotó muy rápido:
boleó a Gleyber Torres; golpeó al zurdo Anthony Rizzo y Giancarlo Stanton, en
la cuenta cómoda de dos bolas sin strikes, hizo un swing grande a una Cutter de
87 millas – servida en la esquina opuesta para bateador diestro y “a la altura
de las letras” – y proyectó “una película de cuatro esquinas” por la banda
derecha del Yankee Stadium, cuya afición vibró de emoción. Y tras el hit de
Josh Donaldson “le aplicaron la grúa” a Civale. El zurdo Sam Hentges vino a
rescatarlo y no le anotaron; pero en el siguiente inning, con dos outs,
apareció Aaron Judge castigando una Curva de 81 millas, que se quedó alta en
zona bateable, y desapareció la bola por el right field para cuadruplicar la
ventaja. Cortés Jr., después del sencillo de Kwan, se desempeñó muy bien
colgando dos ceros al retirar a seis bateadores por su orden (con dos ponches
incluidos). Su momento más incómodo sucedió en el tercer capítulo cuando le llenaron
las almohadillas tras dos hits (Austin Hedges y Kwan) y un boleto (Amed
Rosario). Con un out compareció el bate más peligroso de los Guardians, José
Ramírez. Cortés Jr. lo trabajó con sumo cuidado y lo dominó en Fly a lo
profundo del center field y así entró la única carrera de la tarde para la
novena visitante. Después de “estar sentado en un volcán”, Cortés Jr. se
reinventó en el Box y mejoró su racha de dominio eliminando a siete bateadores
consecutivos para terminar su gran actuación. Acto seguido, en la parte baja de
la quinta entrada, los Yankees redondearon el score 1x5 con un lineazo de hit,
que conectó Rizzo – recibiendo irrespetuosamente a James Karinchak – para traer
a Torres desde la intermedia (esa carrera fue a la cuenta de Trevor Stephan,
que boleó a Torres y no pudo evitar que estafase el segundo cojín). Con esa
buena ventaja, comenzó el trabajo del bullpen de los Yankees. Jonathan Loaisiga
no fue bien recibido por la batería de los Guardians pues Rosario y Ramírez se
apuntaron sendos hits. Pero Loaisiga estaba “muy duro” con su Sinker (98-100
millas), que mezcló con un buen Cambio de velocidad (91-93 millas). Con esas
herramientas puso par de ceros (ponchó a dos). Detalle: él tiró una recta de 98
millas y una Curva de 88 millas. Después, entró Clay Holmes – otro que se fue
favorecido por la lluvia de anoche – y lanzó con excelencia sentenciando a dos
bateadores para dejar la escena lista para “el caballo de batalla” (que estuvo
presente en los cinco juegos), el zurdo Wandy Peralta que, pese a tolerar un par
de indiscutibles, sacó dos out en jugadas por el infield y abanicó a otro
jugador para concretar una victoria muy bien trabajada por los Yankees: buen
pitcheo, defensa hermética y oportuno bateo de largo metraje. ¿Será suficiente
ese performance para llegar al Clásico de Otoño? ¡Ya veremos! Lo cierto es que
la conmemoración de los Yankees por clasificar a la Serie de Campeonato no será
muy expresiva porque esta misma noche deben coger un avión con destino a
Houston, donde el estelarísimo Justin Verlander “los espera como cosa buena”.
Su oponente será Taillon, que querrá resarcirse de su mala actuación el pasado
viernes. Mañana habrá un gran juego, en le Minute Maid Park, entre los dos
mejores equipos del joven circuito durante la temporada 2022…
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