WILD CARD DE LA LIGA
NACIONAL
El Comodín se quedó
en la casa de los actuales Campeones Mundiales
Tras dos outs, Chris Taylor “la botó”, con Cody Bellinger en circulación, y
Los Angeles Dodgers dejaron al campo a los Saint Louis Cardinals 3x1. ¡Este
juego de pelota prometía mucho y cumplió las expectativas! Inicialmente, hubo
un duelo entre dos lanzadores estelares y veteranazos de lujo. Llevando en
consideración que los rivales representan los colores principales de un
espectáculo pugilístico pido permiso a mis contertulios para presentarlos a la
manera del cuadrilátero. En la esquina roja: Adam Wainwright, de 40 años, con
un rendimiento en “la lomita” de 5.1 entradas lanzadas, cuatro hits permitidos,
una carrera, cinco sentenciados, dos boleados para un promedio de 1.69 y un
WHIP de 1.13. Y en la esquina azul: Max Scherzer, de 37 años y un trabajo
monticular de 4.1 innings pichados, tres incogibles, una anotación, cuatro
abanicados, tres pasaportes, uno golpeado, para un promedio de 2.08 y un WHIP
de 1.38. Ninguno de ellos archivó el record de un partido disputadísimo; pero
ganaron el crédito de ¡grandes entre los grandes! por sus respectivas faenas
como aperturistas. Otro aliciente de un partido muy bien jugado y peleado fue
el trabajo efectivo de ambos bullpens: Mike Shildt (que aún no ha ganado una
serie de play off) y Dave Roberts pusieron toda la carne en el asador porque
“no se puede dejar para mañana lo que se debe hacer hoy”. También hubo otras individualidades
que se destacaron anoche: en primer lugar, el camarero Tommy Edman fue un
espectáculo con el madero (5 – 3), su buen corrido de las bases fue vital para
abrir el marcador en el inning de apertura y no olvidemos que estafó dos veces
la intermedia (Detalle: durante la etapa regular lo hizo 30 veces en 35
intentos), y con el guante se inventó un doble play para cerrar el tercer
capítulo y mantener la ventaja parcial favorable a los Cardinals. Pero Justin
Turner, abriendo tanda en el inning siguiente y en conteo parejo de dos y dos,
enderezó una curva muy lenta – servida en zona bateable por Wainwright – y la
pelota cayó como un rayo de esperanza en el bullpen azul. Así llegaron al
noveno, en el cual vi a un Kenley Jansen (1 – 0) muy seguro de sí (porque el
año pasado su inseguridad en el montículo daba pena) e hizo sonreír a su
padrino Roberts propinando un scon de ponches pese a permitir un hit del
pimentoso Edman. Y, finalmente, llegó el momento más esperado por la afición
azul. Taylor quería traer la carrera de la victoria y lució mal cuando el
relevista Alex Reyes le abrió con una Slider que cayó en zona mala. El lanzador
olfateó la adrenalina del bateador y le sirvió el mismo lanzamiento y después
un cambio de velocidad a más de 90 millas, o sea, más rápido que los disparos
anteriores. Aquellas dos pelotas tampoco fueron colocadas en zona bateable y,
en conteo de dos bolas y un strike, Taylor hizo el ajuste sabiendo que tenía
ventaja y su rival “tendría que entrar por el cajón de bateo”. Había un par de
outs y Bellinger se había robado la intermedia por segunda vez en la noche. Y
cuando llegó otra Slider a 88 mph, Taylor la haló para su mano y la pelota
viajó a las gradas del left field llevando al delirio a la fanaticada azul. Los
Cardinals pueden irse con la frente bien alta por todo lo que hicieron para
llegar y quedarse en octubre; y los Dodgers deben prepararse para el clásico
californiano con los San francisco Giants, que han tenido una temporada de
ensueño al proclamarse campeones de la División Oeste del viejo circuito
beisbolero estadounidense; y tienen la capacidad de ser incómodos cuando juegan
en octubre…
Foto tomada de la publicación: https://www.newsweek.com/video-chris-taylor-smashes-10th-inning-walk-homer-dodgers-beat-rockies-1127308
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