SERIE DIVISIONAL DE LA LIGA NACIONAL

Con un zarpazo de Freddie Freeman los Braves se aferran a octubre

Freddie Freeman apareció a la hora cero    

En la tarde de ayer, durante un excelente juego de béisbol, Atlanta Braves derrotó por la mínima, 5x4, a Milwaukee Brewers y volverá a jugar la Serie de Campeonato de la Liga Nacional. El Match tuvo tres momentos diferentes, que voy a analizar a través de la Pizarra del Truist Park. El primer tercio de juego estuvo marcado por un duelo de pitcheo y el marcador se mantuvo en blanco. Ese pulso deportivo fue entre el diestro Charlie Morton y el zurdo Eric Lauer. Morton enfrentó a 12 bateadores y le conectaron dos sencillos, él propinó un pelotazo, ponchó a cinco y obligó a la misma cantidad de peloteros a roletear por el cuadro. Lauer encaró a 11 jugadores, ponchó a dos, transfirió a uno, le batearon tres hits (incluyendo par de tubeyes), retiró un bateador por Foul Fly a la inicial y a otros cuatro en elevados a los jardines (uno de ellos provocó una jugada de doble play). En fin, Morton parecía más dominante y a Lauer le estaban viendo la bola con relativa facilidad. Pero en el segundo tercio hubo un duelo de batazos y tanto Morton como Lauer no aguantaron “el torrente de fuego ofensivo”, o sea, ambos fueron sustituidos en el cuarto inning. Avisail García disparó sencillo al primer lanzamiento en recta de Morton. Tras un out, Morton se descontroló y transfirió a Luis Urías. Entonces, Omar Narváez rompió el celofán con metrallazo al medio para traer la primera. Brian Snitker le pidió la bola a su principal carta de triunfo y envió al montículo a Jesse Chavez, que fue recibido irrespetuosamente por Lorenzo Cain con “cabilla” impulsora al centro. Y la pesadilla de Lauer fue peor. Austin Riley le abrió con hit; pero se las ingenió para sacar dos outs en Foul Fly (uno de ellos fue revisado). Teniendo la entrada en punto de mate, Lauer se descontroló estrepitosamente boleando a Travis d’Arnaud y golpeó a Guillermo Heredia. Por eso Craig Counsell lo mandó a las duchas y trajo a Hunter Strickland para sacar un out. Y, como resposta, Snitker le puso un emergente zurdo. Eddie Rosario, en conteo incómodo de dos strikes sin bolas, conectó un lineazo de hit al Center Field para empatar el partido. “Juego nuevo”. El quinto inning fue bueno para los Brewers porque, ante las ofertas de Huáscar Ynoa, ligaron un sencillo de Christian Yelich y un jonronazo de Rowdy Tellez para recuperar la ventaja. Y para los Braves fue algo sufrido enfrentar a Aaron Ashby y no poderlo sacar a palos del montículo. Ashby sacó un out y después toleró un sencillo de Ozzie Albies. A partir de ahí, Ashby se descontroló dándole cuatro bolas malas a Riley y peloteó a Adam Duvall. Con la comparecencia de Joc Pederson a la caja de bateo creció la expectativa; pero “Joctober” sólo trajo una rayita provocando una jugada dentro del infield. El empate lo produjo d’Arnaud con incogible a la banda contraria. “Y otra vez juego nuevo”. Después de ese toma y daca ambos bullpens trabajaron muy bien, pero los Braves fueron mejores, especialmente los relevistas estabilizadores zurdos A.J. Minter y Tyler Matzek (1 – 0); y el cerrador zurdo Will Smith (que se anotó punto por juego salvado). El último tercio estaba reservado para una gran emoción que sólo puede ofrecer a la afición un jugador extra clase. Como ya afirmé, el pitcheo estaba bien afinado por parte de ambas novenas: los Brewers querían regresar la serie a Milwaukee y los Braves sólo deseaban terminarla en Atlanta. Entonces, las parcas se inclinaron a favor de los locales y apareción Freddie Freeman, el mejor bateador de la tarde – noche (5 – 3, un ponche). Todos sabemos que estos juegos de presión se deciden por detalles que los aficionados no vemos en caliente y sí en frío como ahora que escribo esta crónica. El zurdo Josh Hader recetó par de ponchetes en el octavo inning y se sentía dueño y señor de la situación. Detalle: Freeman es de aquellos bateadores zurdos que nunca sale del line up porque produce ante cualquier lanzador. Freeman percibió que Hader hizo lucir mal a los colegas, que le precedieron, con su Slider tirada entre 81 y 84 millas por horas y todas cayeron del centro del Home hacia afuera para perfil zurdo (y adentro para los diestros). Y cuando entró al cajón de bateo sabía sobre qué lanzamiento batearía para decidir y así fue porque cazó el primer lanzamiento en Slider, a más de 83 mph, que cayó en el medio y le dijo “andando” a lo profundo de la pradera central. Así homenajeó Freeman al inmortal Hank “Hammer” Aaron, que falleció a principio de este año. La longeva carrera deportiva de Aaron liga a Milwaukee y a Atlanta porque la franquicia Braves, pese a haber nacido en Boston, vivió sus mejores momentos en ambas ciudades que han protagonizado una bella porfía en pro de la clasificación a la serie de campeonato. Esta no fue la vez de los Brewers; pero jugaron muy bien este año. Ahora la nave de los Braves pondrá rumbo a California para tirar el ancla en Los Angeles o en San Francisco. ¿Este equipo está para campeón…?

Foto tomada de la publicación: https://www.taipeitimes.com/News/sport/archives/2021/10/14/2003766084

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