SERIE DIVISIONAL DE
LA LIGA AMERICANA
Tampa Bay Rays
blanqueó a los Boston Red Sox con Show de Arozarena
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Tampa Bay Rays
blanqueó a los Boston Red Sox con Show de Arozarena
Tampa Bay Rays bateó muy poco; pero a la hora buena para doblegar a Boston Red Sox por blanqueada colectiva de 5x0. En el primer inning ya mostraron credenciales de vencedores cuando el abridor Eduardo Rodríguez (0 – 1) boleó a Randy Arozarena, toleró un dobletazo impulsor de Wander Franco y, tras sacar dos outs, Yandy Díaz se anotó hit por tercera para traer la segunda rayita. Después fueron cayendo a cuenta gotas otras tres carreras para redondear el score. Detalle: los Rays sólo anotaron en los innings impares (1º, 3º, 5º y 7º – por ser el equipo Home Club, con el juego en el bolsillo, sus bateadores no necesitaron comparecer en el 9º, no faltaba más). La gran bujía inspiradora de la novena comandada por Kevin Cash fue Arozarena no sólo por lo que hizo con el madero: 2 – 1, bambizazo solitario impulsor con derecho a una anotada y dos boletos recibidos, sino también por su velocidad en el corrido de las bases: marcó la primera del juego viniendo desde la intermedia; y en el inning de la suerte estafó el Home Play para “acabar con los nervios de los Red Sox” y llevar al delirio a los aficionados en el Tropicana Field. Detalle: Josh Taylor es un lanzador relevista zurdo y quien estaba al bate era Brandon Lowe, que se para a la zurda en el cajón de bateo, o sea, “no había moros en la costa” y se hizo expedita su llegada a “la gloria de hacer score” y Christisn Vázquez no lo pudo evitar. Franco, que terminó bateando de 4 – 2, con su segundo biangular de la noche, volvió a significar para Arozarena “un buen socio pa’ su negocio ofensivo”. El pitcheo de los Rays volvió a ser de lo mejor que he visto en la temporada regular: el bisoño Shane McClanahan (1 – 0) lanzó muy bien durante cinco entradas completas, ponchó a tres, no dio boletos, permitió cinco sencillos y no le anotaron (promedio en cero y un WHIP de 1.00). Además, quienes lo relevaron fueron efectivos hasta el punto de no otorgar ninguna base por bolas. Pero uno de ellos sufrió en la octava entrada, que parecía ser grande para los Red Sox: J. P. Feyereisen permitió tres hits en el octavo; pero ya había un out y él consiguió sentenciar a Rafael Devers y dominar a Hunter Renfroe con un palomón de foul que atrapó Díaz (que había pasado de la antesala para la inicial). En fin, los Red Sox batearon más; pero no fueron oportunos. Además, les pasó igual que a sus “homónimos de calcetines” los White Sox: no conectaron ningún extrabase (¿anulación del poder al bate?). Y lo peor es que dos veces quien inició la tanda de bateo llegó a primera por hit; y Lowe (que ya había pifiado una pelota) se inventó sendos doble plays para evitar males mayores. Por tanto, Alex Cora tiene trabajo y, mientras la toletería roja se ajusta al bate, “se encomendará en oración” al serpentinero estelar zurdo Chris Sale. Y Cash lo tiene claro con su mecánica de juego colectivo y ya anunció a otro mozuelo con “una diestra prohibida”, que responde al nombre de Shane Braz. ¿Será que el tocayo del ganador de anoche podrá poner en jaque a un line up tan poderoso? ¡Eso habría que verlo dentro de unas horas, mi compay/comay…!
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