WORLD SERIES 2021 –
GAME 3
Los Braves ganaron en
una noche casi perfecta de su pitcheo
En una noche otoñal, coronada por una llovizna suave, Atlanta Braves obtuvo una victoria, a expensas de Houston Astros, que se va a recordar por mucho tiempo dentro y fuera del Truist Park. El joven abridor Ian Anderson (1 – 0) lanzó una pelota de mucha calidad durante cinco entradas y le colgó igual cantidad de ceros a la novena texana, que no le bateó de hit, se tomó cuatro ponches y sólo entraron en circulación tres por pasaporte gratis y otro “por la vía del dolor”. En el primer inning, Anderson tuvo problemas porque no conseguía controlar bien sus lanzamientos de rompimiento (Cambio de velocidad y Curva). José Altuve llegó a la inicial después de haber estado en el conteo de las grandes emociones beisbolísticas, pero la amenaza se disipó rápido cuando Anderson consiguió que Michael Brantley roletease dentro del cuadro para doble play; y Alex Bregman también llegó a primera por boleto, pero Anderson cerró la entrada dominando a Yordan Álvarez. A partir de ahí retiró por su turno a ocho jugadores hasta que se volvió a complicar en la cuarta entrada por boleto concedido a Álvarez y un pelotazo propinado a Carlos Correa; ¡la cosa se puso fea! Pero Anderson dominó a Kyle Tucker y después retiró el quinto a ritmo de conga para terminar su trabajo como el Fuera de Serie del Match.
Mientras tanto, el line up de los anfitriones (vestidos de rojo anoche) hizo de todo para no dejar cómodo a Luis García, que lo hizo bien en el primero, a pesar de dar un boleto, y sobrevivió en el segundo al permitir tubey de Travis d’Arnaud y darle cuatro bolas malas intencionalmente a Dansby Swanson para trabajar a su colega Anderson, que se ponchó dramáticamente. Detalle: en esos dos innings iniciales, a García le entraron a circulación aquellos hombres luego de dos outs. En el tercer capítulo, la situación de García estuvo más comprometida porque Eddie Rosario, abriendo tanda, le joseó el boleto y Freddie Freeman le bateó un lineazo de hit al medio; con mucho trabajo, García abanicó a Ozzie Albies y, acto seguido, Austin Riley le conectó un doblete al medio para traer la primera carrera del juego; García le dio pasaporte gratis a Jorge Soler y las bases se llenaron. En fin, García seguía encima de un volcán, que no entró en erupción porque sacó los dos outs que faltaban. En el cuarto episodio, García tiró sólo dos bolas rápidas entre, 92 y 94 millas por horas, que se tradujeron en dos eliminaciones; y Dusty Baker Jr. lo sustituyó por el zurdo Blake Taylor, que fue recibido irrespetuosamente por Rosario con un buen hit a la banda contraria, pero Taylor abanicó al siguiente bateador. Acto seguido, trabajaron muy bien en la contención de la ofensiva georgiana Yimi García, el zurdo Brooks Raley y Ryne Stanek.
Precisamente, dentro de esa secuencia del Bullpen texano sucedió una Jugada, en formato de joya defensiva, protagonizada en el sexto inning por Tucker, cuando Rosario, en cuenta completa frente a Raley, le puso el bate a una Slider de casi 81 mph, que fue fildeada espectacularmente en diving por el patrullero central de los Astros para los Three Outs. Del otro lado, Brian Snitker evitó que esa jugada contagiara a los Astros y puso al zurdo A.J. Minter, que es uno de sus paños de lágrimas, y a su consentido Luke Jackson y ambos cumplieron a cabalidad silenciando la ofensiva rival en el sexto y séptimo respectivamente y así mantuvieron la mínima ventaja parcial. El zurdo Tyler Matzek vino en el octavo capítulo y, aunque el emergente Aledmys Díaz, halando para su mano, se apuntó un “Texas” (el primer hit del juego para los Astros), retiró a los tres bateadores en turno sin que le sacaran la bola del cuadro para cuidar la ventaja parcial.
Y en la parte
baja de esa octava entrada, Kendall Graveman eliminó dos bateadores con sólo
cinco lanzamientos y d’Arnaud atacó su primer pitcheo, una Sinker servida a
casi 97 mph y la sacó del terreno por el Center Field para clavar el puntillazo.
Detalle: d’Arnaud (4 – 2), que otra vez brilló al bate, se dio cuenta de que
Graveman estaba dependiendo de su Sinker porque la había tirado cuatro veces (tres
por zona buena) de las cinco bolas lanzadas al catcher Jason Castro. Sin dudas,
d’Arnaud fue el Mejor y más productivo bateador
del juego, que adoleció de una gran producción ofensiva por ambas novenas
contrincantes. Esa jugada sacó del juego definitivamente a los Astros, que nada
pudieron hacer en el noveno inning ante el cerrador Will Smith que, pese al
sencillo de Bregman a la banda contraria abriendo tanda, dominó a los tres
bateadores siguientes para mantener la blanqueada y cerrar el Match apuntándose
punto por juego salvador. Un 2x0 favorable
a los Braves quedó marcado en la pizarra del Truist Park y ahora la World
Series está 2 – 1 para ellos. La Noche
para el olvido, esta vez corresponde al colectivo texano que fue incapaz de
producir porque cómo dice la sabiduría del béisbol moderno “donde hay pitcheo
no hay bateo”. Esta noche parece que reaparecerá el estelar Zack Greinke para
ver si sus serpentinas ayudan a volver a igualar la World Series; pero el desafío
mayor estará en la caja de bateo. Snitker aún no reveló su carta de triunfo
para hoy; pero su equipo está inspirado. El sábado siempre tiene un sabor a
Gloria…
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