SERIE DE CAMPEONATO
DE LA LIGA NACIONAL
Los Dodgers no
tiraron la toalla y a palo limpio continúan vivos
Los Angeles Dodgers hicieron una demostración de fuerza ofensiva, espléndida
defensa y brillante pitcheo de relevo para derrotar a Atlanta Braves con amplio
marcador de 11x2 y así redujeron la ventaja de sus rivales, o sea, colocaron la
Serie de Campeonato de la liga Nacional 3 – 2 y todo será decidido en el Truist
Park este final de semana como yo había pronosticado. Con un escandaloso ataque
de 17 hits (incluyendo cinco jonrones) los Dodgers hicieron trabajar a cuatro lanzadores
de los Braves durante ocho entradas. Detalle: todos toleraron jonrones. Brian
Snitker no sacó a todo su bullpen porque su abridor zurdo Max Fried (0 – 1),
entre trancas y barrancas, llegó hasta el quinto capítulo. En el inning de
apertura, los Braves rompieron el celofán ante el opener Joe Kelly ligando un
sencillo de Ozzie Albies, tras un out, y un jonrón por el centro del terreno
salido del bate de Freddie Freeman; Kelly eliminó al siguiente bateador; pero se
lesionó y fue sustituido por Evan Phillips (1 – 0), que mató el inning por la vía
de los strikes. Con esa ventaja tempranera, Fried colgó el cero pese a permitir
un hit. A partir del segundo inning, Phillips inició una secuencia brillante
del cuerpo de lanzadores de los Dodgers, que continuaron el zurdo Alex Vesia, y
los diestros Brusdar Graterol, Blake Treinen, Corey Knebel y Kenley Jansen.
Todos ellos limitaron al line up de los Braves a sólo tres hits (incluyendo un
tubey), poncharon a ocho y no dieron bases por bolas (síntoma de control en la
zona de strikes); la defensa estuvo impecable en cada out conseguido y la
ofensiva fue subiendo de temperatura según avanzaba el juego y aquí es preciso
darle crédito al trabajo metódico de Dave Roberts. ¿Por qué? En los cuatro
topes anteriores el line up del equipo californiano expresaba algunas leves
modificaciones y algunos jugadores no estaban rindiendo con el madero en ristre.
Anoche debido a la presencia en el Box de Fried, Roberts mantuvo a Mookie Betts
como hombre proa; colocó a Trea Turner de segundo bate y volvió a poner en el tercer
turno a Corey Seager. En este momento en que Justin Turner no está en su mejor
forma deportiva (y anoche no jugó por lesión muscular), Seager es el bateador
que puede hacer mejor esa función; y, actualmente, Will Smith es el cuarto palo
de moda, aunque lleva dos juegos sin batear. Para reforzar la tanda intermedia,
Roberts entendió que A.J. Pollock estaba mejorando sus prestaciones al bate poco
a poco y lo puso de quinto; también se acordó que un recio bateador como Albert
Pujols no puede ser utilizado solamente como simple emergente y lo encajó en el
sexto turno; y, además, Roberts hizo una inversión de turno al bate entre Chris
Taylor y Cody Bellinger para continuar dejando el último lugar a los lanzadores
y los emergentes. Esa planificación ofensiva comenzó a dar sus frutos en el
segundo inning, cuando los Dodgers voltearon el partido. Primero descontaron con
bambinazo de Pollock por el Center Field y, acto seguido, Pujols dio un
cañonazo de hit y Taylor comenzó su show de bateo de largo metraje con su
primer cuatriesquinazo de la noche, que salió por el Left/Center. ¡Ese fue el
batazo decisivo; pero los Dodgers querían más! Entonces, a cuenta gotas fueron
aumentando la ventaja y aporreando a su rival: en el tercer inning, los Dodgers
le hicieron otra carrera a Fried con sencillos consecutivos de Pollock, Pujols
y del remolcador Taylor, que después volvió a hacer de las suyas en el quinto
capítulo ante el relevista Chris Martin, que lo tuvo en dos strikes sin bolas y
le lanzó al medio su tercera Sinker y su tocayo Taylor le hizo un swing grande
para desaparecer la pelota otra vez, pero a lo profundo del Center Field y con
Pujols en circulación. El rendimiento de Taylor ya era excelente; pero llegó a
límites excepcionales en el “inning de la suerte” con par de outs en la pizarra
y la cuenta completa ante el zurdo Dylan Lee, a quien le descifró un Cambio de
velocidad encima de las 88 millas por hora y le dijo “andando” por entre Left y
Center. De esa manera, Taylor se convirtió en el pelotero de los Dodgers que conectó
más vuelacercas (3) e impulsó la mayor cantidad de carreras (6) en un juego de
postemporada. ¡Nada mal! Detalle: los abrazos que se dieron Taylor y Pujols, en
el diamante y en el dogout, tienen que ver con la emoción de un ilustre
veterano beisbolista, que protagonizó una proeza de ese mismo nivel; pero en la
World Series de 2011 cuando defendía como tercer palo a los Saint Louis
Cardinals, que campeonaron ese año. Pujols despachó tres bolas fuera del
terreno y trajo seis carreras para el plato ante Texas Rangers. ¡Sin dudas,
Taylor le recordó a Pujols uno de los momentos más grandes de su brillante
carrera deportiva! Las cifras definitivas del vapuleo llegaron en el inning
siguiente con Jacob Webb en la lomita de los Braves. Él permitió tres hits en
línea: Betts (estafó segunda); Turner (produjo una carrera) y Seager; y,
después de Webb sentenciar al cuarto bate, llegó el segundo tablazo de vuelta
completa para Pollock – también en noche inspirada –, que redondeó el score de
la paliza magistral. Este final de semana promete mucho. ¿Qué desenlace podemos
esperar – si hablamos en los códigos del presentador Carlos Otero – un “Sabadazo”
de empate visitante o de victoria local; o tal vez una sentencia de ya no hay
mañana porque “los domingos no están contados”? «Se les quiere de gratis…»
Foto tomada de la publicación: https://theathletic.com/news/nlcs-chris-taylors-3-home-runs-6-rbis-lead-dodgers-past-braves-in-game-5/Gh3LTCJfcITS/
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